Los vínculos militares entre China y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se están fortaleciendo a un ritmo acelerado, generando profunda preocupación en Washington. Este acercamiento estratégico entre Pekín y Abu Dhabi no solo desafía la tradicional influencia estadounidense en la región del Golfo Pérsico, sino que también plantea interrogantes sobre la posible transferencia de tecnología militar occidental a China.

El punto de inflexión en esta relación emergente se materializa en los ejercicios aéreos conjuntos denominados “Falcon Shield”, que se llevan a cabo en la provincia china de Xinjiang. Según informes del International Institute for Strategic Studies (IISS), la edición 2024 de estas maniobras, iniciada el 10 de julio, marca la segunda ocasión en que la Fuerza Aérea de los EAU despliega sus aviones en territorio chino para entrenar junto a la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF).

Detalles del despliegue de EAU en China

Lo que ha encendido las alarmas en el Pentágono, tal como expresó Zona Militar, es la participación de al menos seis cazabombarderos Dassault Mirage 2000-9DAD/EAD de los EAU en estos ejercicios. Estos aviones de fabricación francesa, similares a los operados por Taiwán, ofrecen a China una oportunidad única para familiarizarse con tecnología militar occidental de primera línea. Analistas militares sugieren que esta exposición podría proporcionar a Pekín valiosos datos sobre las capacidades y limitaciones de estos sistemas, potencialmente útiles en escenarios de conflicto en el estrecho de Taiwán.

El despliegue emiratí en Xinjiang también incluye un avión cisterna Airbus MRTT y, notablemente, la adición de un refugio temporal asociado con operaciones de vehículos aéreos no tripulados (UAV). Esta expansión de capacidades sugiere una profundización en la cooperación técnica y operativa entre ambas fuerzas aéreas.

La relación entre EAU y China en el ámbito militar bajo la mirada de Estados Unidos

La creciente colaboración militar entre China y EAU no se limita a los ejercicios aéreos. En 2022, Abu Dhabi realizó un pedido de 12 aviones de entrenamiento avanzado Hongdu L-15A de fabricación china, con entregas iniciadas a finales de 2023. Además, los EAU operan drones chinos Wing Loong II desde su base aérea de Qusahwirah, evidenciando una diversificación de sus proveedores de equipamiento militar más allá de sus tradicionales aliados occidentales.

Este giro hacia China por parte de los EAU se enmarca en un contexto más amplio de tensiones con Estados Unidos. La decisión de Abu Dhabi en 2019 de seleccionar a Huawei para proporcionar la infraestructura 5G del país descarriló las negociaciones para la adquisición del caza furtivo F-35 Lightning II, exponiendo las grietas en la relación entre Washington y uno de sus aliados clave en Oriente Medio.

La declaración conjunta emitida tras la reunión entre el presidente de los EAU, Sheikh Mohammed bin Zayed Al Nahyan, y su homólogo chino, Xi Jinping, en Pekín el pasado junio, subraya la voluntad de ambos países de profundizar su cooperación en defensa y seguridad. Este acercamiento incluye un aumento en las visitas militares bilaterales, entrenamientos conjuntos y participación mutua en exposiciones y actividades oficiales.

Explorando otros caminos

En el plano energético, ambas naciones han acordado explorar la cooperación en reservas de crudo, energías renovables, petróleo, gas natural, petroquímica, almacenamiento estratégico de petróleo, hidrógeno y amoníaco. Además, se han comprometido a investigar proyectos conjuntos en energía nuclear, incluyendo la construcción de centrales y el desarrollo de nuevas tecnologías en este campo.

El respaldo de China a la posición de los EAU en la disputa territorial con Irán sobre las islas de Abu Musa, Tunb Mayor y Tunb Menor, añade una dimensión geopolítica adicional a esta asociación estratégica. Esta postura de Pekín, que ha generado malestar en Teherán, refleja el delicado equilibrio que China busca mantener entre las potencias rivales de Oriente Medio.

Para los EAU, el fortalecimiento de lazos con China representa una estrategia de diversificación de sus alianzas de seguridad, en un momento en que la fiabilidad del compromiso estadounidense en la región es cuestionada. Esta maniobra diplomática y militar de Abu Dhabi envía un mensaje claro a Washington sobre su disposición a explorar alternativas a la tradicional dependencia de la protección estadounidense.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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