El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y la Policía Nacional han desarticulado una red de espionaje rusa del FSB que estaba planeando realizar ataques incendiarios en áreas densamente pobladas de Europa, tales como en Ucrania, Polonia y los Estados bálticos.
La operación del Servicio de Seguridad de Ucrania
Las autoridades detuvieron al líder del grupo y a su socio en la región de Prykarpattia, en el oeste de Ucrania. Uno de los sospechosos mantuvo contacto con un representante ruso no identificado a través de una aplicación móvil. Aceptó reclutar personas para actividades subversivas contra Ucrania a cambio de dinero, según la Fiscalía General.
La organización criminal estaba compuesta por 19 miembros que residían en las provincias ucranianas de Ivano-Frankivsk, Dnipropetrovsk, Poltava y Zaporizhzhya.
Según se informó, los agentes rusos buscaban candidatos para llevar a cabo ataques incendiarios contra objetivos civiles tanto en Ucrania como en el extranjero. Entre sus principales objetivos se encontraban centros comerciales, gasolineras, farmacias y mercados. Para ello, utilizaban sus conexiones en círculos criminales para localizar a posibles ejecutores.
Con el objetivo de facilitar los desplazamientos de los pirómanos al extranjero, el grupo preparó documentos falsificados. Tras realizar los ataques, los perpetradores debían grabar los incendios en video para informar al FSB.
Durante 37 registros, las autoridades confiscaron teléfonos móviles, notas manuscritas, documentos falsificados, armas de fuego, tarjetas bancarias y dinero en efectivo por un total de 77.000 dólares y 500.000 grivnas (12.120 dólares).
El líder del grupo y su cómplice enfrentan cargos por colaboración según el artículo 111, parte 2, y falsificación de documentos según el artículo 358, parte 3, del Código Penal de Ucrania. En caso de ser declarados culpables, enfrentarán cadena perpetua en Ucrania.
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