En el transcurso de la semana pasada, fuimos testigos de un nuevo violento episodio en el interminable conflicto de Medio Oriente. Esta vez, lo ocurrido involucró a Israel y a las fuerzas hutíes de Yemen, una organización insurgente que, desde aquel fatídico 7 de octubre de 2023 -en donde el grupo terrorista Hamás llevó a cabo su ataque contra el Estado de Israel- han estado lanzando más de 220 misiles y drones hacia territorio israelí durante los últimos 9 meses.
Sin embargo, la gota que rebalsó el vaso fue lo sucedido el pasado viernes, en donde un drone “Samad-3” lanzado por los hutíes de Yemen impactó contra un edificio residencial ubicado en la ciudad de Tel Aviv, terminando con la vida de un hombre de 50 años e hiriendo a otras 8 personas. Este hecho –que marcó un precedente si hablamos de ataques de las fuerzas hutíes a Israel- nuevamente despertó interrogantes acerca del sistema de defensa israelí y no tardó en tener represalias por parte del ejército de Israel, siendo también, la primera vez que la IAF (Israeli Air Force) responde bombardeando objetivos puntuales en Yemen. Todo esto, recordemos, en el marco de la guerra que –al igual que el conflicto entre Rusia y Ucrania- mantienen en vilo a todo el mundo desde hace más de 9 meses, hablamos de la guerra en el Estado de Israel y el grupo terrorista Hamás.
¿Quiénes son los hutíes?
Ahora bien, muchos se preguntarán de quienes estamos hablando cuando mencionamos a los “hutíes”. Este grupo insurgente, también conocido bajo el nombre de Ansar Allah (Partidarios de Allah), surgió en la década de los 90 como contraposición a la influencia –tanto religiosa como financiera- del Reino de Arabia Saudita en territorio yemení, como así también, en contra del gobierno de Ali Abdullah Saleh quien, en ese entonces, se desempeñaba como presidente de Yemen.
No obstante, lejos de poseer una ideología vinculada más a un sentimiento nacional, esta organización carga con una fuerte ideología antisemita y antiamericana, lo cual queda expuestamente visible en el lema que reza la bandera de los hutíes: “Allah es grande, muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, maldición a los judíos y victoria del islam”.
Por su parte, otra distinción que deja en claro los principios de Ansar Allah es que, desde hace un par de años, conforma el denominado “Eje de Resistencia”: una alianza militar antiisraelí a la cual también pertenecen Siria, Irak y –nada más ni nada menos que- distintas organizaciones de índole terroristas como lo son Hezbollah y Hamás, y que se encuentra encabezada –claro está- por la República Islámica de Irán.
Todo un prontuario en su haber
Los brutales hechos protagonizados por las fuerzas hutíes la semana pasada, están lejos de ser la primera vez que estos se encuentran involucrados en actividades bélicas en la región Medio Oriente. Cabe recordar que, esta organización yemení ya ha sido la autora de decenas de episodios vinculados al ataque de embarcaciones comerciales de bandera norteamericana e inglesa que navegaban el Mar Rojo y sus aledaños, tratándose de uno de los puntos estratégicos de mayor importancia en cuanto al comercio internacional. Dichos ataques tuvieron como respuesta el bombardeo masivo por parte de aviones norteamericanos e ingleses, que fueron apoyados por sus pares de Australia y Canadá, entre otros.
La agresión a los buques comerciales, tal como lo afirmaron los propios hutíes, han formado parte de una presunta respuesta a la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás en Gaza, de la misma manera en que justificaron los más de 200 misiles que los hutíes han lanzado contra territorio israelí desde aquel brutal 7 de octubre.
¿Un nuevo frente de batalla?
Tal como lo afirmó el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), RAdm. Daniel Hagari, al día de hoy, Israel se encuentra peleando una guerra de con múltiples frentes de batalla, entre los que podemos señalar a Hamás en Gaza, a Hezbollah en la frontera norte con el Líbano, distintos grupos insurgentes establecidos en Irak y Siria, a los que ahora se le suman los hutíes en Yemen. Sin dejar de lado, obviamente, la enorme responsabilidad de Irán en esta guerra, quien actúa como principal encargado del financiamiento y el armamento de todas estas organizaciones.
Sin duda alguna, el suceso del drone hutí que impactó en Tel Aviv, fue el hecho que colmó la paciencia del ejército israelí quien, como señalamos anteriormente, lanzó una ofensiva área bombardeando con precisión a múltiples objetivos hutíes en Yemen, en lo que denominaron “Operación Brazo Extendido”. De esta manera, podríamos decir que, oficialmente, ha iniciado un nuevo capítulo de este largo conflicto que parece ser inacabable.
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