La República de la India y la República Popular China han alcanzado un acuerdo preliminar para acelerar la desmovilización de sus fuerzas desplegadas a lo largo de la Línea de Control Real (LAC). Este entendimiento, logrado durante un encuentro bilateral en el marco de la cumbre de la ASEAN en Laos, busca desescalar las tensiones que han caracterizado las relaciones sino-indias desde el incidente de Galwan en 2020.

El ministro de Asuntos Exteriores indio, Subrahmanyam Jaishankar, y su homólogo chino, Wang Yi, mantuvieron conversaciones sustantivas sobre la situación en la LAC, una demarcación de facto que se extiende aproximadamente 3.488 kilómetros a través del Himalaya. Esta línea, que separa las zonas de control efectivo más que las reclamaciones territoriales legales, ha sido un punto de fricción constante en la dinámica bilateral desde el conflicto armado de 1962.

El comunicado oficial emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores indio subraya la “necesidad de trabajar con determinación y urgencia para lograr la retirada completa” de las fuerzas militares. Esta declaración refleja un reconocimiento mutuo de que la estabilidad fronteriza es un prerequisito para la normalización de las relaciones bilaterales, las cuales se han visto severamente afectadas desde el enfrentamiento de julio de 2020 en el valle de Galwan.

Dicho incidente, que resultó en bajas militares confirmadas por ambas partes —al menos 20 efectivos indios y cuatro chinos—, precipitó un refuerzo sin precedentes de la presencia militar en la región. Ambas naciones desplegaron decenas de miles de tropas, respaldadas por sistemas de artillería, unidades blindadas y apoyo aéreo, en una demostración de fuerza que elevó significativamente el riesgo de un conflicto de mayor escala.

Desde entonces, se han implementado medidas parciales de desescalada en sectores específicos como Pangong Tso, Gogra y el propio valle de Galwan. No obstante, ambos países mantienen un despliegue militar sustancial como parte de una estrategia de disuasión multinivel.

El ministro Jaishankar enfatizó que la situación fronteriza ha “ensombrecido” las relaciones bilaterales durante el último cuatrienio, estableciendo una correlación directa entre la estabilidad en la LAC y el estado general de los vínculos sino-indios. Por su parte, Wang Yi, según informes de la agencia Xinhua, subrayó las implicaciones regionales positivas que conllevaría una mejora en las relaciones entre ambas potencias asiáticas.

FILE PHOTO: A signboard is seen from the Indian side of the Indo-China border at Bumla, in the northeastern Indian state of Arunachal Pradesh, November 11, 2009. Picture taken November 11, 2009. REUTERS/Adnan Abidi

Este acuerdo se enmarca en un contexto geopolítico complejo, donde India busca mantener su autonomía estratégica frente a la creciente influencia china en la región del Indo-Pacífico. Para China, la estabilización de la frontera con India podría permitirle redirigir recursos y atención hacia otros frentes estratégicos, como el Mar de China Meridional y la cuestión de Taiwán.

La implementación efectiva de este acuerdo requerirá una serie de medidas técnicas y operativas complejas. Los altos mandos militares de ambos países han mantenido múltiples rondas de negociaciones desde 2020, focalizadas en la elaboración de protocolos de desenganche y la creación de zonas desmilitarizadas. Sin embargo, la topografía extrema del terreno y las divergencias en la interpretación de la LAC presentan desafíos significativos para la verificación y el monitoreo de cualquier acuerdo de retirada.

Te puede interesar: Expertos advierten que China estaría acumulando grandes cantidades de materias primas en reservas secretas

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

Dejá tu comentario