En un reciente informe, la Comisión sobre la Estrategia de Defensa Nacional del Congreso estadounidense ha planteado serias dudas sobre la capacidad de Estados Unidos para prevalecer en un potencial conflicto armado contra China. El documento señala deficiencias críticas en la industria, preparación, innovación y financiación del ejército estadounidense que podrían comprometer su capacidad de disuasión y éxito en combate.
El informe destaca que la creciente colaboración entre potencias autocráticas, especialmente entre Rusia y China, aumenta significativamente las posibilidades de un conflicto en múltiples frentes. Esta situación pondría a prueba la capacidad de Estados Unidos para sostener una lucha prolongada y efectiva.
Uno de los puntos más alarmantes es la evaluación de la base industrial de defensa estadounidense en comparación con la china. Según simulaciones no clasificadas, en un hipotético conflicto con China, Estados Unidos agotaría sus reservas de municiones críticas en cuestión de semanas, con algunos armamentos cruciales, como los misiles antibuque, agotándose en cuestión de días. La reposición de estos suministros podría llevar años.
La comparación entre EE.UU. y China
Para comprender mejor la situación, es fundamental analizar en detalle la comparación del poder militar entre ambas naciones. En términos de gasto militar, Estados Unidos mantiene una ventaja significativa. Según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), en 2022 el gasto militar estadounidense alcanzó los 877.000 millones de dólares, triplicando los 292.000 millones invertidos por China. Esta diferencia se refleja también en el porcentaje del PIB destinado a defensa, siendo del 3,5% para Estados Unidos y del 1,6% para China.
En cuanto a recursos humanos, China lleva la delantera con el ejército más numeroso del mundo. Según datos aproximados, el gigante asiático cuenta con 2.035.000 efectivos en activo y 2.000.000 de reservistas, además de 6.25.000 efectivos paramilitares. En contraste, Estados Unidos dispone de aproximadamente 1.358.500 efectivos en activo y 799.500 reservistas, sin contar con fuerzas paramilitares.
En el ámbito del poder terrestre, China supera a Estados Unidos en varios aspectos. De acuerdo con estimaciones aproximadas, China posee 5.750 tanques frente a los 5.652 de EE.UU., y 7.094 piezas de artillería contra 3.161. No obstante, Estados Unidos mantiene una ventaja significativa en vehículos blindados de combate, con aproximadamente 38.639 unidades frente a las 14.130 de China. Estas cifras son aproximadas y pueden variar según la fuente consultada.
El poder aéreo es un área donde Estados Unidos mantiene una clara superioridad. Según datos aproximados, EE.UU. cuenta con un total de 13.175 aeronaves frente a las 4.630 de China. La ventaja estadounidense es notable en categorías como aviones de combate, helicópteros y drones de combate, aunque las cifras exactas pueden variar.
En el ámbito naval, aunque Estados Unidos posee la armada más poderosa del mundo, China está acortando distancias rápidamente. Según estimaciones aproximadas, la flota china es numéricamente superior, con 742 embarcaciones frente a las 460 de EE.UU. Sin embargo, Estados Unidos mantiene una ventaja cualitativa, especialmente en portaaviones, contando con 20 frente a los 4 de China, según datos aproximados.
El arsenal nuclear representa otra área de superioridad estadounidense. Según la Federación de Científicos Americanos (FAS), Estados Unidos cuenta con aproximadamente 6.500 cabezas nucleares, de las cuales 1.600 están desplegadas. China, por su parte, posee alrededor de 280 cabezas nucleares, aunque se desconoce el número exacto de las desplegadas.
En el campo del poder cibernético y espacial, ambas naciones son líderes, aunque con enfoques diferentes. Estados Unidos cuenta con el Comando Cibernético, que comprende 133 equipos de misión cibernética, según datos oficiales del Departamento de Defensa. China, por su parte, ha desarrollado un enfoque más ofensivo en el ciberespacio, con un ejército de hackers estimado entre 50.000 y 100.000 efectivos, aunque esta cifra es aproximada y difícil de verificar.
Las preocupaciones de la comisión
La comisión advierte sobre la probabilidad de que, en caso de un conflicto directo con China, Rusia, Irán o Corea del Norte, estos países se beneficiarían mutuamente con ayuda económica y militar, complicando aún más la situación para Estados Unidos.
Para abordar estas deficiencias, la comisión propone una serie de recomendaciones, incluyendo un acercamiento más agresivo al sector privado, especialmente a las empresas emergentes enfocadas en tecnología de la información, la reevaluación de regulaciones que obstaculizan la compra y venta de tecnología de defensa, y propuestas más específicas como el abandono de los obsoletos “programas de registro” para la adquisición de equipamiento clave.
Sin embargo, el informe reconoce que la situación actual es el resultado de años de descuido y que no puede ser revertida rápidamente. La base industrial de defensa de Estados Unidos se describe como insuficientemente dotada de personal, con pocas empresas, apoyo financiero decreciente e inestable, y una capacidad de producción inadecuada.
Este análisis revela un panorama complejo donde, si bien Estados Unidos mantiene ventajas significativas en áreas clave como el gasto militar, el poder aéreo y el arsenal nuclear, China ha logrado avances importantes, especialmente en términos de recursos humanos, poder naval y capacidades cibernéticas. La rápida modernización militar china y su enfoque en áreas estratégicas específicas plantean un desafío creciente para la supremacía militar global de Estados Unidos, especialmente en un escenario de conflicto prolongado o en múltiples frentes.
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