Dos buques portacontenedores chinos han zarpado hacia el Ártico con la intención de usar la Ruta Marítima del Norte de Rusia como atajo para conectar puertos chinos con destinos europeo, posicionando a la zona ártica como nueva ruta comercial alternativa al Mar Rojo.
El Ártico como alternativa comercial
Esta ruta ártica permite a los operadores evitar las complicadas aguas del Mar Rojo sin tener que desviar su camino por el Cabo de Buena Esperanza, el cual incrementa la distancia y los costos logísticos.
El Xin Xin Hai 1 partió del puerto de Taicang, cerca de Shanghái, el 5 de julio. Desde entonces, ha atravesado el estrecho de Bering y ha ingresado a la Ruta Marítima del Norte. Este buque, con un peso muerto de 21.279 toneladas (DWT), puede transportar 1.220 contenedores estándar (TEU). Su buque gemelo, el Xin Xin Hai 2, lo sigue aproximadamente una semana después. Este buque, con un peso muerto de 29.008 toneladas (DWT), zarpó del puerto chino de Rizhao a mediados de julio y actualmente se dirige hacia el estrecho de Bering.
Ambos buques se dirigen primero al puerto de Arkhangelsk, en el noroeste de Rusia, y luego continuarán hacia puertos del mar Báltico.
Aunque algunas partes de la ruta ya están libres de hielo marino durante el verano, las condiciones más difíciles en el Mar de Siberia Oriental requieren una escolta de rompehielos para el buque ligero de clase hielo.
Ambos buques son operados por New New Shipping Line, una compañía que comenzó sus operaciones en el Ártico el verano pasado, completando siete viajes entre julio y diciembre, incluido un controversial viaje del NewNew Polar Bear que causó daños en la infraestructura submarina en el mar Báltico.
El problema del Mar Rojo
Recientemente, el Mar Rojo ha captado la atención mundial debido a los constantes ataques contra buques mercantes por parte de los Hutíes, un grupo islámico chiíta que opera en Yemen, ubicado en la península arábiga. Semejantes ataques han llevado que muchas empresas decidan reutilizar viejas rutas comerciales, debido a los altos costos tanto logísticos como humanos en los que pueden incurrir a causa de las barcazas hutíes.
Ubicado entre el mar Mediterráneo, conectado por el Canal de Suez y el golfo de Adén, y el océano Índico y el resto del mundo, el Mar Rojo es una “supervia” para el transporte comercial de contenedores y combustible, conectando Europa, Asia y África.
De evitarse este paso, la alternativa es dar la vuelta por el continente africano a través del cabo Buena Esperanza, incrementando la distancia y costos logísticos. Cabe destacar, además, que el control efectivo del mar es representa una competencia entre China, Rusia y EE.UU. debido a la importancia estratégica que tiene la ruta para el comercio internacional, principalmente para el petróleo.
Actualmente, el Mar Rojo representa el 12% del comercio marítimo mundial de petróleo y el 8% del gas natural licuado (GNL). La cantidad de petróleo crudo que pasa por el Canal de Suez ha aumentado un 60% desde 2020 según cifras oficiales, ya que Europa ha registrado un aumento de la demanda desde los mínimos pandémicos
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