La Organización de los Estados Americanos (OEA) convocó a una reunión de emergencia para el miércoles en respuesta a los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Nicolás Maduro como ganador. La sesión se llevará a cabo en Washington, D.C., y fue solicitada por las Misiones Permanentes de Argentina, Estados Unidos, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
En este sentido, la OEA, bajo la dirección de Luis Almagro, expresó su preocupación por la falta de transparencia y pidió una revisión completa de los resultados electorales. A través de un comunicado oficial, el Consejo Permanente de la organización afirmó que abordará los resultados del proceso electoral en Venezuela, haciendo lugar al pedido de los países solicitantes que solicitaron la presencia de observadores independientes para asegurar que se respete la voluntad del pueblo venezolano.
Durante la jornada electoral que tuvo lugar el domingo, se reportaron diversas irregularidades, incluyendo la imposibilidad de obtener copias de las actas de votación, lo que impide cotejar los resultados oficiales. Estos hechos llevaron a que varios países, como Argentina y Estados Unidos, insistan en la necesidad de una revisión detallada y transparente de los resultados.
Mientras tanto, las protestas en Venezuela se intensifican tras la proclamación de Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales, con la oposición denunciando un fraude electoral. Manifestantes tomaron las calles de varias ciudades, incluyendo Caracas y Maracay, exigiendo un cambio de gobierno y la restauración de la democracia. Las protestas también se extendieron a otras regiones del país, como en Coro, donde los manifestantes derribaron una estatua del ex presidente Hugo Chávez.
De acuerdo al Observatorio de Conflictos de Venezuela, hasta las 6 p.m. del lunes, se registraron 187 protestas en 20 estados, con numerosos actos de represión y violencia por parte de grupos paramilitares y fuerzas de seguridad. Por su parte, el presidente Maduro, desde el palacio presidencial, calificó a los manifestantes como “agitadores violentos” y prometió que las fuerzas de seguridad mantendrían la paz. Además, afirmó que evitó “un baño de sangre” y acusó a la oposición de “terrorismo”.
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