Bajo un manto de dudas, el gobierno venezolano fue reelecto. Con acusaciones sobre la legalidad de los comicios, lo cierto es que de momento el gobierno chavista continuará en el poder. En lo que respecta a esta columna, nos haremos una serie de interrogantes respecto a algunas variables a tener en cuenta a futuro. La deuda externa del país y su correlato en las inversiones tanto extranjeras, como la de las empresas venezolanas fuera de su territorio. También cómo impactarían las sanciones económicas y el escenario electoral en los EE UU. Por último, analizaremos la situación social que se desprende de las dos dimensiones anteriores.

La deuda externa

Una variable importante a futuro es la necesidad del gobierno bolivariano de contar con financiamiento externo y reestructurar la deuda soberana. Delcy Rodriguez trajo a dos asesores de Rafael Correa para hacer frente a dicho desafío. Tanto Fausto Herrera como Patricio Rivera, fueron convocados como asesores externos para reestructurar los pasivos del estado venezolano con sus acreedores extranjeros. Sus credenciales radican en haber reestructurado la deuda externa ecuatoriana. Además, en los últimos meses se filtró que también cuenta con asesores como Rothschild and Co. 

Venezuelan Vice President Nicolas Maduro (R) looks at a portrait of Venezuelan President Hugo Chavez during the conmemoration of the 1992 failed coup led by Chavez, who was an army lieutenant colonel, against then president Carlos Andres Perez, in Caracas, on February 4, 2013. Ailing President Hugo Chavez, who had cancer surgery in December, is doing much better and recovering, Cuban leader Fidel Castro said in remarks published Monday. AFP PHOTO/Juan BARRETO (Photo by Juan BARRETO / AFP) (Photo by JUAN BARRETO/AFP via Getty Images)

La búsqueda de ayuda se debe a la dificultad del desafío que implica la deuda externa para la economía venezolana. Actualmente, el monto de la reestructuración de la deuda puede ser más complejo que el realizado por Argentina en 2001. El monto inicia en los USD 92 mil millones, y la mayoría de los acreedores están reunidos en el Comité de Acreedores de Venezuela. Aunque entre los acreedores se encuentra el gobierno chino por USD 19 mil millones aproximadamente, el resto recae en acreedores que presionan al gobierno venezolano para cumplir con sus obligaciones. Además, debido a las sanciones, los acreedores tuvieron que recurrir a numerosos asesoramientos para recuperar sus inversiones. Hasta el domingo, varios de ellos se esforzaban en hacer lobby para mejorar su posicionamiento, y eludir cualquier tipo de sanción. Pero ante este nuevo escenario deberán recalcular sus posiciones. 

En su momento, Chevron (de capitales estadounidenses) buscó alternativas como el pago de la deuda de sus deudores venezolanos con crudo. Con el diario del lunes, el escenario parece menos permisivo para aplicar la estrategia de Chevron, y también la próxima administración norteamericana tendrá que hacer frente a este desafío en su patio trasero. Sin embargo, el gobierno de Maduro, aun con el congelamiento de los activos venezolanos y la imposibilidad de cumplir con las obligaciones externas, pudo subsistir políticamente. 

¿Nueva tanda de sanciones internacionales?

El pago de la deuda externa podría verse agravado por un nuevo paquete de sanciones internacionales. Aquí, debemos observar el comportamiento de los EE UU. Y, para beneficio de Maduro, el gigante del norte se encuentra en un período electoral. Ante la posible victoria de Trump, Maduro cuenta con 3 meses para recuperar el aire y soportar la batería de sanciones que podría imponer, nuevamente, la posible administración de Donald Trump.  Es interesante leer las condolencias emitidas por el presidente Maduro ante el intento de asesinato de Donald Trump hace unas semanas, ¿estará buscando su apoyo para reducir el impacto de las sanciones con uno de los candidatos presidenciales?

Semana

Esto seguramente provocará un círculo vicioso. Con el objetivo de debilitar a Nicolás Maduro, los países occidentales reducirán el margen de maniobra del sistema financiero y comercial externo de Venezuela. Como resultado, impactará en las arcas del Estado, que hoy otorgan importantes sumas de dinero en bonos para complementar un salario básico universal, y reducir el impacto de la pobreza en la vida diaria de Venezuela. Una economía dolarizada de facto, y posiblemente sin la capacidad de acceder a la compra de dólares implica una catástrofe para el día a día de los venezolanos.

Y volvemos al mismo punto: muchos de estos problemas se evitarían si el gobierno hubiese seguido las reglas de la democracia, y se hubiese replegado como oposición al nuevo oficialismo. 

Los mismos damnificados de siempre

En los últimos años, el gobierno venezolano chavista logró estabilizar la espiral descendente en su economía. Aun así, no pudo lograr el rebote en “V” desde el punto de vista económico-social. Los datos gubernamentales en Venezuela son alarmantes para comprender la situación actual que atraviesa el país. El ingreso mínimo integral, otorgado con bonificaciones y decretado por Maduro el 1° de mayo, ronda los USD 130 mensuales, aunque el salario mínimo se ubica cerca de los USD 3,5 mensuales. Además, el costo de la canasta básica familiar se sitúa en torno a los USD 500 según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros ( también conocido como Cendas-FVM).

Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), el 52,9% de la población se situaba bajo la línea de la pobreza en 2023. Cuando varias de las sanciones económicas fueron levantadas a partir de los intentos de liberalizar el sistema político, los indicadores sociales mostraron una leve mejoría. Con el escenario actual, la vida diaria de los venezolanos podría dar marcha atrás. El peligro de la inflación está latente, ante una sociedad que no cuenta con los mismos recursos para soportar, como lo fue al inicio del gobierno de Maduro. La intervención en el mercado cambiario también mantiene el tipo de cambio sin aumento, pero la brecha hace que el Banco Central de Venezuela deba intervenir para evitar una suba de los bolívares respecto al dólar.

El pueblo de Venezuela aún no logra encontrar el sendero del crecimiento económico sostenible. En gran medida, la variable política es el principal veto player que impide normalizar la política económica. Ya sea con el gobierno chavista o con Edmundo González, la salida del statu quo es compleja y difícil. 

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Joaquín Bernardis
Licenciado en Relaciones Internacionales (UCSF). Investigador en el Observatorio de Política Internacional (UCSF). Consultor en internacionalización. Docente universitario en marketing internacional (UCU). Especializado en desarrollo de negocios con mercados asiáticos (UNRaf).

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