De la misma manera en que lo fue la Eurocopa, los Juegos Olímpicos 2024 llevados a cabo en París, constituyen uno de los mayores eventos deportivos de los últimos años. Tal categorización, además de reunir a los mejores deportistas en cada disciplina, supone una enorme aglomeración de miles y miles de personas reunidas alrededor de los distintos estadios anfitriones. Lo mencionado, a simple vista no parece ser nada fuera de lo común, sin embargo, si de terrorismo hablamos, eventos masivos tales como los Juegos Olímpicos, suelen ser posibles escenarios de riesgo para aquellas organizaciones terroristas que se valen de estas clases de convocatorias para sembrar terror y hacer daño a través de sangrientos atentados. 

Es por este motivo que las autoridades de Francia y otros países de Europa, sumado a los distintos organismos dedicados a la seguridad, han estado tomando las medidas correspondientes a fin de prevenir eventuales atentados terroristas que puedan manchar de sangre todo el color y la alegría desplegada en la capital francesa.   

Operaciones contraterroristas a la orden del día

Tal como señalamos en los párrafos previos, la cuestión de la seguridad en torno al normal desarrollo de las Olimpíadas en París se ha convertido en una prioridad para los distintos funcionarios del país anfitrión, como así también para otros estados que bien saben que no se encuentran exentos del peligro que representa el terrorismo para el mundo.

En el caso de Francia -país que además de ser anfitrión, ya ha sufrido de cerca las consecuencias del brutal terrorismo yihadista en reiteradas ocasiones-, las autoridades del país galo admitieron que “el terrorismo islamista es la mayor amenaza para los Juegos”. Es a raíz de esto, que, semanas antes del inicio de las actividades deportivas, se han realizado diversas operaciones antiterroristas, en las que se puede destacar la detención de dos individuos catalogados como “radicalizados” que planeaban realizar una atentado terrorista en el marco de los Juegos Olímpicos.

Otro de los estados europeos que, en los últimos años, ha sufrido en carne propia los horrores del terrorismo es España, lo cual lo llevó a posicionarse como una de los países que más están a la vanguardia si de operaciones de contraterrorismo hablamos. Dicho esto, no llama la atención la presencia de más de 300 agentes de Policía Nacional y Guardia Civil que, bajo pedido de las autoridades de Francia, se han hecho presente en distintos puntos de la ciudad parisina a fin de promover controles más efectivos en un evento de la magnitud de los JJ. OO. 

Por su parte, días previos a la ceremonia inaugural de los JJ. OO, la policía federal de Bélgica, en el marco de una operación europeo coordinada entre varias autoridades de inteligencia y judiciales, detuvo a 7 sospechosos de estar planificando un atentado terrorista. Los detenidos declararon pertenecer a la filiar de ISIS en Asia Central, ISIS-K (Estado Islámico del Gran Khorasán), quien en marzo se adjudicó el salvaje atentado en Moscú, Rusia. Dadas las circunstancias y la cercanía, un posible escenario del atentado podría haber sido los Juegos Olímpicos, aunque esto no logró ser confirmado. 

Un clima muy tenso que busca apagar la llama olímpica

Claramente, el contexto geopolítico que se vive en la actualidad, plagado de escenarios bélicos, no contribuyen demasiado a que reine la calma en Francia. Un claro ejemplo de esto fue el video en donde supuestos “miembros” del grupo terrorista Hamás amenazaban con hacer correr “ríos de sangre por las calles de París”. Horas más tarde, se confirmó que el video no era más que una puesta en escena falsa. Pese a esto, las distintas autoridades francesas, semanas atrás, elevaron la alerta antiterrorista en Francia llegado a su máximo nivel, tomando todos los recaudos necesarios para que los Juegos Olímpicos puedan ser disfrutados como una verdadera fiesta. 

Todo lo detallado previamente demuestra, una vez más, que el terrorismo yihadista no tiene en sus planes tomarse un descanso. Si no lo es Hamás, lo es Hezbollah y si no, Al Qaeda o ISIS y sus respectivas ramas. La cuestión aquí, es tomar consciencia de que el terrorismo yihadista mucho tiempo atrás dejó de ser un fenómeno exclusivo de la región conocida como Medio Oriente, convirtiéndose, desde hace años y hasta el día de la fecha, en un peligro para todo el mundo. 

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Máximo Alterman
Licenciado en Ciencias Políticas por Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino y maestrando en RRII en la Universidad de Belgrano. Gran interés en Medio Oriente y particularmente, el fenómeno del Terrorismo

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