Con el cierre de julio llegó una noticia muy esperada por Ucrania: la recepción de los primeros cazas F-16 Fighting Falcon. Diversos medios informaron en la jornada de ayer que la Fuerza Aérea Ucraniana incorporó oficialmente su primera tanda de los mencionados aviones de combate, situación que deja abierta la puerta a una serie de interrogantes.
¿Qué representa la llegada de aviones de combate como los F-16 a Ucrania? Se trata de una iniciativa que no solo apunta a reforzar a la Fuerza Aérea Ucraniana, sino que a la vez permitirá incorporar capacidades que los veteranos aviones de origen soviético no pueden ofrecer. Esto incluye desde mejoras en la detección de objetivos aéreos, pasando por la disponibilidad de armamento moderno, tanto para el combate aéreo como para atacar objetivos terrestres o navales.
Sin embargo, no todo será tan fácil para los F-16 ucranianos. Los distintos reportes indican que esta primera tanda sería de solo seis ejemplares, cantidad que podría incrementarse en el corto plazo. De ser así, la Fuerza Aérea Ucraniana aún no cuenta con un escuadrón de los cazas de origen norteamericano, situación que no se puede pasar por alto sabiendo que en este conflicto pesan tanto la calidad como la cantidad. En frente tiene nada menos que a las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, las cuales pese no a haber demostrado un alto rendimiento a lo largo del conflicto, han logrado establecer cierta superioridad aérea gracias a sus numerosos bombarderos, cazas e interceptores armados con misiles y bombas de largo alcance. Se espera que los F-16 puedan comenzar lentamente a disputar esos espacios que hoy dominan los rusos.
Otro aspecto de relevancia a tener en cuenta es cómo y desde donde operarán los F-16. A diferencia de los MiG-29, Su-27, Su-24 y Su-25, los Fighting Falcon requieren de una infraestructura más desarrollada para operar, además de demandar ciertas condiciones particulares. Moscú está al tanto de esta debilidad del caza norteamericano, razón por la cual en las últimas semanas ha concentrado ataques contra varias bases y aeródromos militares ucranianos.
De momento se espera que los F-16 ucranianos solo operan en misiones de defensa aérea, tanto por la escasa cantidad de aeronaves como por el adiestramiento que han recibido sus pilotos. Así lo develó el Ministro de Defensa de los Países Bajos, Ruben Brekelmans, al confirmar que los cazas F-16 Fighting Falcon que se entregarán a Ucrania no podrán utilizar todas sus capacidades contra las fuerzas rusas debido a que sus pilotos carecen de la experiencia para ejecutar ciertas misiones de apoyo terrestre.
También entrará en juego el tipo y cantidad de armamento que se entregará a Ucrania para armar a sus F-16. Países Bajos junto a otros aliados han comprometido centenares de millones para la adquisición de bombas y misiles. Y recientemente Washington confirmó que también se sumará a la iniciativa para armar a los cazas ucranianos. Sin embargo, de momento no se ha mencionado si se librarán misiles de largo alcance, a la vez que también queda pendiente garantizar la cadena logística de los Fighting Falcon, programa tan o mas sensible como es el armamento.
Pese a que la llegada de los F-16 será una bocanada de aire fresco para la castigada Fuerza Aérea Ucraniana, lo cierto es que el avión no representa una bala de plata o game changer. Aún con la destreza y valor que han demostrado los pilotos ucranianos, dominar un sistema de armas como el F-16 demandará años, sobre todo cuando el adiestramiento que brindaron países aliados debió acortarse ante la presión por contar con los Fighting Falcon lo antes posible.
En relación a esto último, para que los F-16 puedan rendir al máximo también se requerirá de un complejo andamiaje que integra desde medios de guerra electrónica, pasando por detección avanzada, comando y control, así como coordinación con todos los sistemas que conforman el paraguas defensivo ucraniano. Llegado el caso que Ucrania pueda contar con las herramientas, demandará una considerable inversión de tiempo para llegar a niveles que muy pocos países de la OTAN y de otras latitudes disponen en la actualidad, y que es precisamente lo que se necesita para disputar el espacio aéreo a Rusia.
Por lo pronto, los F-16 ucranianos serán una importante inyección de moral para los defensores locales. Y no cabe duda que serán puestos a prueba en el muy corto plazo. Los resultados seguramente los podamos ver en unos pocos días.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: USAF
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