A finales del mes de junio, la empresa israelí Navitas Petroleum presentó al gobierno de las Islas Malvinas la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) sobre la perforación de pozos petrolíferos y producción offshore en Sea Lion. El proyecto tiene dos fases y propone perforar 23 pozos en 30 años para acceder, en una primera etapa, a 312 millones de barriles.
En la EIA se detalló el potencial impacto ambiental del proyecto, conforme a la Ordenanza de Minerales Offshore que rige en las Islas Malvinas desde 1994. La Ordenanza establece que luego de la presentación se inicia un período de consultas públicas de 42 días que, en este caso, comenzó el 2 de julio y finaliza el 13 de agosto. A partir de allí, la empresa podrá hacer una nueva presentación respondiendo a las consultas en un período de seguimiento de 28 días.
Conservación de las Malvinas es una organización ambiental sin fines de lucro, comprometida con proteger y conservar la vida silvestre de las Islas Malvinas desde 1979. En este período de consultas, el 19 de julio, realizó su presentación pública sobre la EIA, donde manifiesta que no apoya el proyecto de desarrollo petrolero propuesto en Sea Lion por la empresa Navitas Petroleum.
En el documento, la organización resalta que el proyecto creará graves daños ambientales. Además, extiende la responsabilidad del gobierno de las Islas Malvinas que, de aprobarse el proyecto, incumplirán las metas globales de reducir las emisiones de carbono y, al mismo tiempo, no existe un compromiso de la empresa de compensar las emisiones por la extracción de petróleo.
Conforme a la EIA, las emisiones de CO2 podrían ser equivalentes a 9 millones de toneladas. Pero para Conservación de las Malvinas de expandirse la explotación en Sea Field, la cual podría duplicarse como indica la propia IEA, las emisiones podrían aumentar a 150 millones de toneladas. A su vez, otro de los puntos que preocupan a la organización es el daño en la biodiversidad marina.
En particular, la organización cuestiona la falta de información en la EIA sobre la fauna marina y los datos presentados de hace más de 20 años sobre las aves marinas, lo cual no permite comprender el impacto en su totalidad. No obstante, esta última afirmación fue cuestionada, al considerar que en la IEA se incluyeron datos sobre las aves marinas a partir de una investigación llevada a cabo por South Atlantic Environmental Research Institute (SAERI) entre 2014 y 2019 a pedido de Falkland Islands Offshore Hydrocarbons Environmental Forum (FIOHEF).
Desde el gobierno de las Islas Malvinas, Andrea Clausen, directora de Recursos Naturales, en una entrevista del pasado 28 de junio, indicó que, en el período de consultas, el gobierno incluirá de forma independiente al FIOHEF y a Scottish Association for Marine Science (SAMS Enterprise). También, reconoció que el gobierno no tiene una decisión fácil debido a la cifra de inversión y las consecuencias que puede ocasionar para los recursos disponibles y la industria pesquera.
Por último, habrá que esperar hasta el 13 de agosto para conocer si los habitantes de las Islas Malvinas u otras organizaciones han realizado sus presentaciones y si el contenido de estas posee argumentos para detener el proyecto.
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