Todo comenzó cuando el índice Nikkei de Japón sufrió en la mañana del lunes su peor caída diaria, debido a una ola de ventas motivada por una violenta crisis de apalancamiento y el fortalecimiento del yen. Las pérdidas en Europa superan hasta el 5%, en Estados Unidos el 6% y en Argentina hasta el 10%. Todos los mercados bursátiles sufren por el temor de los inversores a que la economía estadounidense, la mayor del mundo, experimente un “aterrizaje brusco” y entre en recesión.

Desde el jueves, las acciones han estado en una tendencia descendente. Esto se produjo después de que el Banco de Japón aumentara agresivamente las tasas de interés al 0,25% desde el 0,1% y señalara la posibilidad de más aumentos este año. El Nikkei cayó un 3,5% el jueves y perdió un 5,8% el viernes, marcando su segunda peor caída diaria. Hoy lunes, la caída llegó hasta el 12,4%. Por su parte, la Bolsa de Seúl registró una caída del 8,77% este lunes. Asimismo, la Bolsa de Taipéi, el Taiex, también se desplomó, bajando un 8,35%.

El ministro de Finanzas de Japón, Shunichi Suzuki, declaró a los periodistas que estaban monitoreando el mercado con preocupación en cooperación con el Banco de Japón. Instó a todos a tomar decisiones con calma, destacando la importancia de las inversiones a largo plazo, diversificadas y acumuladas.

Estados Unidos no puede ocultar sus desastrosos indicadores económicos

Los inversores extranjeros están vendiendo acciones japonesas debido a los temores de una recesión en Estados Unidos, según Naka Matsuzawa, estratega jefe de Nomura Securities. Añadió que la caída no está motivada por razones específicas de Japón, y que los mercados siguen buscando un punto de estabilización. Matsuzawa espera hasta que las acciones tecnológicas estadounidenses muestren resistencia, y no prevé una recesión global, aunque anticipa volatilidad en los mercados hasta que la Reserva Federal de Estados Unidos reduzca las tasas. Los inversores están descontando un recorte de tasas para septiembre.

El lunes, las acciones financieras japonesas sufrieron grandes pérdidas. Se ha vuelto casi imposible para el Banco de Japón aumentar las tasas en las circunstancias actuales. Las caídas fueron desencadenadas por un informe de empleo en Estados Unidos publicado el viernes, que reveló una desaceleración significativa en la contratación en julio y un aumento del desempleo al nivel más alto en casi tres años. Esto intensificó los temores de un enfriamiento de la economía más grande del mundo y la posibilidad de que la Reserva Federal haya esperado demasiado para reducir las tasas de interés.

Goldman Sachs, basándose en la debilidad del informe de empleo, señaló en una nota que ahora espera que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés en sus próximas tres reuniones, un cronograma de recortes más agresivo de lo previsto anteriormente. Los analistas del banco elevaron su pronóstico sobre la probabilidad de una recesión en Estados Unidos en los próximos 12 meses al 25%, desde el 15% anterior.

La negociación de futuros del Nikkei 225 y del Topix fue detenida temporalmente en la Bolsa de Valores de Osaka debido a la activación de un disyuntor, una medida para calmar a los inversores durante alta volatilidad.

El yen se fortaleció a 141 por dólar el lunes, su nivel más alto en siete meses, tras apreciarse desde el nivel de 148 en Nueva York el viernes. Esto ocurrió después de un informe de empleo estadounidense más débil de lo esperado que avivó temores de recesión y cuestionó si la Reserva Federal debería haber recortado las tasas en su reunión de julio. Zuhair Khan, gerente de fondos de UBP Investments, dijo que la apreciación del yen es una de las razones de la ola de ventas, y que la excesiva debilidad del yen se resolverá rápidamente. Señaló que las acciones japonesas tenían un valor razonable antes de la caída, pero habían subido rápidamente debido a la entrada de dinero especulativo, incluyendo el de China.

Las empresas tecnológicas, en el ojo de la tormenta

Las acciones tecnológicas fueron particularmente afectadas. El VIX, un índice que mide la volatilidad del mercado de valores, se disparó a su nivel más alto desde principios de 2020, cuando aumentó durante el colapso del mercado en las primeras etapas de la pandemia de coronavirus. Este índice es conocido como el “medidor del miedo” de Wall Street porque refleja la incertidumbre de los inversores sobre la dirección de los mercados. Bitcoin, la criptomoneda más grande, se desplomó más del 10%, otra señal de la ansiedad de los inversores.

Nvidia is worth nearly $1 trillion—what to know before investing
Las tecnológicas lideraron la liquidación en Taiwán debido a preocupaciones sobre una recuperación económica más lenta y retrasos en los envíos de chips de inteligencia artificial de Nvidia. Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. y MediaTek cayeron un 9,75% y un 9,08%, respectivamente. Foxconn y Quanta, proveedores clave de Nvidia, también sufrieron grandes pérdidas, acercándose al límite diario de caída del 10%.

Jason Lui, jefe de estrategia de acciones y derivados para Asia-Pacífico en BNP Paribas, señaló que en el mercado del norte de Asia, incluyendo Japón, Corea y Taiwán, se está observando una desinversión del comercio de inteligencia artificial. El índice Straits Times de Singapur y el índice VN de Vietnam cayeron aproximadamente un 4%. El All Ordinaries de Australia y el índice compuesto de Yakarta de Indonesia cayeron más del 3%. El Sensex de la India cayó más del 2%.

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Fuente: Asia Nikkei

Juan Ignacio Máscolo
Estudiante avanzado de Relaciones Internacionales (USAL). Coordinador del Observatorio de Política Internacional en el Centro de Estudios Estratégicos en Relaciones Internacionales (CEERI). Especialista en Economía Internacional, Estados Unidos y África.

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