La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, renunció y dejó el país el lunes, según el jefe del ejército, un día después de que casi 100 personas murieran en enfrentamientos con la policía cuando manifestantes, liderados por estudiantes, exigían su renuncia. En un discurso a la nación, el general Waker-Uz-Zaman, jefe del ejército, anunció la formación de un gobierno interino y la investigación de cada muerte, pidiendo a la población cooperar para mantener la paz.

El derrocamiento de Hasina, de 76 años, la líder más longeva en el poder en Bangladesh, representa un cambio significativo para el país de 170 millones de habitantes, mayoritariamente musulmán, donde al menos 300 personas han muerto en las últimas semanas en medio de un movimiento masivo contra lo que los críticos consideran un gobierno cada vez más autocrático.

Se reanudan las protestas en Bangladesh con casi 100 muertos en las últimas  horas - LISA News
La dimisión de Hasina fue celebrada por la gente en las calles, algunos de los cuales regalaron flores a los soldados que abrieron las carreteras.

Las razones detrás de las manifestaciones

El domingo, al menos 95 personas, incluidos 14 policías, murieron en Dhaka durante protestas que exigían la dimisión de Hasina, según el diario bengalí Prothom Alo. Fue el día más mortífero desde que comenzaron las protestas en junio por un controvertido sistema de cuotas preferenciales para empleos en el sector público.

Aunque las protestas comenzaron pacíficamente, evolucionaron hacia la furia contra Hasina cuando el gobierno respondió con lo que los críticos dijeron que era fuerza excesiva, lo que los funcionarios negaron. Más de 200 personas habían muerto y miles más resultaron heridas antes de la violencia del domingo, cuando la policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma mientras los manifestantes incendiaban autos y edificios y se enfrentaban con grupos que, según ellos, estaban asociados con el gobierno.

La ONU nombra a Volker Türk nuevo Alto Comisionado para los Derechos Humanos
“La espantosa violencia en Bangladesh debe cesar”, dijo el domingo Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en un comunicado.

Desafiando un toque de queda indefinido impuesto la noche del domingo, los manifestantes convocaron a una marcha hacia la capital el lunes que atrajo a personas de todo el país, a pesar de lo que el grupo de monitoreo de Internet Netblocks llamó “un cierre nacional casi total de Internet”. Los servicios de Internet se restablecieron más tarde ese día.

Crónica de un derrocamiento anunciado

Para Hasina, hija del primer presidente de Bangladesh y primera ministra de 1996 a 2001, las recientes protestas fueron el mayor desafío a su gobierno desde que regresó al poder en 2009. Una vez aclamada por luchar por la democracia de Bangladesh, Hasina ha sido acusada más recientemente de manipular votos, arrestar a políticos de la oposición, sofocar la libertad de prensa y la desaparición forzada de cientos de disidentes, lo que ha tensado las relaciones con Estados Unidos y otras naciones occidentales.

La asignación de empleos gubernamentales es un tema delicado en Bangladesh, donde las autoridades han luchado por controlar la inflación en medio de una alta pobreza y una tasa de desempleo juvenil de casi un tercio, según el Banco Mundial. Los jóvenes consideran que los empleos gubernamentales son un camino garantizado hacia un futuro cómodo, un camino que podría verse bloqueado por el sistema de cuotas que Hasina intentó reintroducir.

Hasina takes oath as Bangladesh PM for fourth straight term | Reuters
En enero, ganó un cuarto mandato consecutivo en una elección que fue boicoteada por sus principales oponentes y que, según Estados Unidos, no fue libre ni justa.

El sistema anterior, que reservaba el 30% de los puestos de trabajo a las familias de quienes lucharon en la guerra de independencia de Bangladesh contra Pakistán en 1971, estuvo vigente hasta 2018 y fue desechado después de violentas manifestaciones. Un tribunal de Bangladesh revivió las cuotas en junio, lo que desencadenó las últimas protestas.

Tras la violencia del mes pasado, el Tribunal Supremo del país redujo la cuota al 5%, lo que calmó las calles durante unos días. Pero los manifestantes se reunieron nuevamente la semana pasada, exigiendo justicia para quienes habían sido asesinados anteriormente.

Hoy, la situación se torna aún más compleja. El gobierno cívico-militar que derrocó a Hasina se debe enfrentar con la enorme crisis institucional que conlleva la inestabilidad en las calles, debido a que, aun siendo ampliamente celebrada la renuncia de la expresidente en las calles bangladesíes, los problemas coyunturales persisten y fueron claramente heredados por la actual administración. Resta saber qué rumbo tomará el nuevo gobierno y si aquellas medidas lograrán calmar las tensiones socioeconómicas que hoy reinan sobre Bangladesh.

Te puede interesar: Argentina inaugura su nueva embajada en Bangladesh

Fuente: NBC News

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

Dejá tu comentario