En un momento crucial para la política estadounidense, la actual vicepresidenta, Kamala Harris, y el expresidente, Donald Trump, se preparan para liderar sus partidos de cara a las próximas elecciones presidenciales en noviembre. En este contexto, sus enfoques en política exterior muestran profundas diferencias que podrían redefinir el papel de Estados Unidos en el mundo.
Uno de los principales temas que suscita preocupación en la comunidad internacional es el rápido ascenso de la inteligencia artificial (IA), lo que llevo a los analistas a predecir el comienzo de una nueva era en la geopolítica y la seguridad nacional. En este punto, Kamala Harris sostiene que Washington debería intensificar sus esfuerzos para asegurar que las empresas utilicen las herramientas de inteligencia artificial de manera responsable.
La vicepresidente lideró esfuerzos iniciales para establecer un enfoque federal en la regulación de la IA, mientras que la administración Biden-Harris implemento una serie de acciones para limitar el avance de tecnologías avanzadas en China. Por su parte, Trump, durante su presidencia, presentó las primeras estrategias nacionales en áreas emergentes como la ciberseguridad con inteligencia artificial. Llegó a calificar el desarrollo de la IA como una carrera armamentista con China, y mantiene una confrontación con las grandes empresas tecnológicas estadounidenses que lideran en este campo.
China
La relación con China, una de las principales economías del mundo junto con Estados Unidos, es un punto de divergencia claro entre ambos líderes. Harris aboga por responsabilizar a China por sus prácticas económicas y violaciones de derechos humanos, pero también reconoce la necesidad de colaboración en desafíos transnacionales como la pandemia y el cambio climático.
Trump, por otro lado, se mostró inflexible en su postura hacia China, imponiendo aranceles y sanciones como parte de su estrategia para reducir el déficit comercial y proteger la industria estadounidense. Asimismo, definió la competencia con China como una “carrera armamentista” en tecnologías emergentes, adoptando una postura agresiva en el ámbito comercial y de seguridad.
Defensa y OTAN
En cuanto a la defensa, Harris se presenta como una defensora de la cooperación multilateral, subrayando la importancia de alianzas como la OTAN y el compromiso de Estados Unidos con la seguridad en Europa, especialmente en el contexto de la invasión rusa a Ucrania. Trump, sin embargo, criticó a la OTAN por lo que considera un desbalance en la contribución de sus miembros y amenazó con retirar a Estados Unidos de la alianza, al mismo tiempo que aumentaba el gasto en defensa y reorientaba la estrategia militar para hacer frente a las amenazas de China y Rusia.
Inmigración
El enfoque en inmigración también muestra diferencias marcadas entre los principales candidatos, particularmente en un contexto donde la situación se ve desbordada en la frontera entre Estados Unidos y México. Por un lado, durante estos cuatro años, la vicepresidenta lideró esfuerzos para abordar las causas profundas de la migración, especialmente en Centroamérica, y apoyó una reforma migratoria integral.
En contraposición, la inmigración y el control fronterizo continúan siendo temas centrales para el magnate republicano. La plataforma del partido para 2024 reafirma su compromiso de aplicar una serie de medidas destinadas a reducir tanto la inmigración legal como la ilegal. Esto incluye capitalizar las acciones implementadas durante su primer mandato para transformar radicalmente las políticas de asilo, fronteras y deportación.
Medio Oriente
En cuanto a Medio Oriente, sigue siendo un foco de atención global y un desafío para Estados Unidos, especialmente en este contexto: Los ataques del grupo rebelde Hutí que amenazan las cadenas de suministro y el debate sobre cómo responder a la conducta desestabilizadora de Irán. Al mismo tiempo, la guerra entre Israel y Hamás se prolonga con un creciente número de víctimas, lo que hace que la posibilidad de una paz duradera en la región parezca cada vez más lejana.
En este punto, Harris apoya un alto el fuego y la liberación de rehenes en el conflicto entre Israel y Hamás. También defiende una solución de dos Estados para el conflicto entre Israel y Palestina. Como senadora, respaldó el acuerdo nuclear con Irán y votó a favor de limitar la venta de armas a Arabia Saudita.
Por otra parte, la estrategia de Trump en Medio Oriente ha estado atravesada por un firme apoyo a Israel y Arabia Saudita, y una postura de confrontación hacia Irán. También rompió con el consenso bipartidista de larga data al expresar que no estaba interesado en un Estado palestino separado.
Guerra Rusia-Ucrania
La invasión rusa de Ucrania, intensificó las tensiones entre Rusia y los países occidentales. Esto llevó a Estados Unidos y sus aliados a financiar al Gobierno ucraniano, generando posturas encontradas al interior. Harris asegura que Estados Unidos apoyará la defensa de Ucrania contra Rusia “durante el tiempo que sea necesario” para evitar que una victoria rusa represente una amenaza para Europa. Desde el inicio de la guerra, la vicepresidenta ha representado a Estados Unidos en conversaciones de paz sobre Ucrania y ha instado al Congreso a proporcionar miles de millones de dólares en ayuda financiera a Kiev.
El candidato republicano, por su parte, dice que no garantiza la aprobación de ayuda adicional a Ucrania si es reelegido. Durante su presidencia, cultivó relaciones más estrechas con Rusia, aunque también extendió sanciones a Moscú por la anexión de territorio ucraniano en 2014 y retiró a Estados Unidos de un importante tratado de control de armas con Rusia.
Comercio
En el ámbito del comercio, Estados Unidos viene enfrentando en los últimos años una creciente desigualdad de ingresos, una China más asertiva y el deterioro de la base industrial estadounidense, que generó un escepticismo creciente en ambos partidos. Kamala Harris sostiene que los grandes acuerdos comerciales deben incluir protecciones para los trabajadores, y aunque en reiteradas oportunidades criticó los aranceles, cree que Estados Unidos debe “reducir el riesgo” del comercio con China.
Trump argumenta que el sistema de comercio global está diseñado en contra de los intereses de Estados Unidos, y lo culpa por los grandes déficits comerciales, el declive de la industria manufacturera y la deslocalización de empleos. La plataforma del partido para 2024 promete restablecer a Estados Unidos como la “superpotencia manufacturera del mundo” mediante un “reequilibrio del comercio” en favor de la producción nacional.
Cambio climático y derechos humanos
En otras cuestiones como el cambio climático y los derechos humanos, Kamala Harris, como parte de la actual administración de Biden, sigue una línea de cooperación multilateral y firmeza. Desde su rol como vicepresidenta, Harris apoyo la reentrada de Estados Unidos en el Acuerdo de París y enfatizó la necesidad de una acción global coordinada para enfrentar la crisis climática, calificándola como una “amenaza existencial”.
En contraste, Donald Trump sigue comprometido con su doctrina de “Estados Unidos primero”, que se centra en proteger los intereses estadounidenses a través de la confrontación y la retirada de acuerdos internacionales que considera perjudiciales para el país. Durante su presidencia, Trump se retiró del Acuerdo de París y promovió una mayor producción de combustibles fósiles, minimizando la importancia del cambio climático en su agenda.
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Fuente: Council on Foreign Relations