Una de las principales lecciones del ataque ucraniano en Kursk se ha visto cada vez más claro a medida que el ejército avanza por el terriorio ruso: el factor sorpresa. Desde el gobierno ucraniano, afirman haber asegurado casi 400 millas cuadradas de territorio ruso en solo unos días, una cifra que se aproxima a la cantidad de territorio ucraniano que el Kremlin ha capturado en 2024 hasta ahora.
Los preparativos del ataque ucraniano
El informe del New York Times sobre los preparativos del audaz ataque transfronterizo revela el enfoque de Ucrania en mantener el secreto. Según The Times, un instituto de investigación vinculado al ejército ucraniano estudió campañas exitosas en la historia moderna y descubrió que el lado vencedor a menudo guardaba silencio antes de lanzar sus ataques. Semejante doctrina parece haberse trasladado a las tropas ucranianas en el terreno.
Un comandante adjunto de brigada ucraniano, identificado por The Times como el teniente coronel Artem, declaró al medio que la mayoría de los oficiales superiores solo fueron informados con tres días de antelación sobre la invasión, mientras que los soldados rasos recibieron la información tan solo un día antes.
El medio británico también informó que Ucrania intentó disimular la concentración de sus fuerzas a lo largo de la frontera, distribuyéndolas en casas dispersas por las aldeas y simulando realizar ejercicios de entrenamiento. Según los medios rusos, Ucrania habría enviado unos 40 vehículos blindados y 1,000 soldados, aunque informes desde el terreno sugieren que la fuerza invasora es mucho mayor.
Mientras tanto, Ucrania ha publicado solo fragmentos de información sobre sus operaciones en Kursk, incluyendo sus avances. Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, confirmó el ataque el sábado, cinco días después de la incursión.
La ofensiva de Kursk y la fallida contraofensiva de 2023
El enfoque cauteloso de Ucrania se produce mientras los observadores intentan determinar el alcance de los avances de Kiev en Kursk y cuáles podrían ser sus objetivos estratégicos en el ataque. El silencio del gobierno ucraniano contrasta con el periodo previo a su fallida contraofensiva del verano pasado, cuando las fuerzas ucranianas atacaron las defensas rusas en el sur, pero solo lograron recuperar unos 500 kilómetros cuadrados de territorio.
En aquella ocasión, Ucrania había declarado su objetivo principal: cortar el frente oriental de Rusia de sus líneas de suministro a través de Crimea. Incluso, antes del ataque publicó un video promocional de su contraofensiva, en el que, tal vez de manera irónica, pedía a la gente que mantuviera en secreto el ataque.
Aunque no se indicó cuándo tendría lugar, la intención de asaltar las líneas rusas comenzó a evidenciarse hacia mediados de 2022. No obstante, Kiev tardó tanto en ejecutarla que surgieron sospechas de que la contraofensiva podría ser solo una maniobra de distracción o simplemente una farsa.
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