Un sargento estadounidense se ha declarado culpable de los cargos de conspiración para vender secretos militares a China, según informó el Departamento de Justicia (DOJ). El militar norteamericano habría enviado información relacionada al sistema de defensa de EE.UU. y las tácticas militares aprendidas de la guerra entre Rusia y Ucrania.
¿Quién era el sargento estadounidense?
El sargento Korbein Schultz fue arrestado en marzo tras una investigación del FBI y la contrainteligencia del ejército estadounidense que alegó que había recibido 42,000 dólares (33,000 libras esterlinas) a cambio de entregar numerosos registros de seguridad confidenciales.
Las actividades criminales comenzaron en junio de 2022 y continuaron hasta su arresto, según las autoridades. Ahora, se espera que su sentencia se dicrte en el mes de enero de 2025. El sargento Schultz, quien contaba con autorización de seguridad para acceder a información clasificada como alto secreto, conspiró para recolectar datos con una persona que él creía que residía en Hong Kong, según los documentos judiciales.
El presunto residente de Hong Kong le pidió al sargento Schultz que obtuviera información confidencial relacionada con la defensa antimisiles y los sistemas de artillería móvil, según los registros judiciales. El sargento estadounidense también recolectó información sobre aviones de combate norteamericanos, tácticas militares y la estrategia de defensa del ejército estadounidense para Taiwán, basada en lo que aprendió de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Una conspiración al interior del ejército de EE.UU.
“Al conspirar para transmitir información de defensa nacional a una persona que vive fuera de los Estados Unidos, este acusado puso cruelmente en riesgo nuestra seguridad nacional para sacar provecho de la confianza que nuestro ejército depositó en él”, afirmó el fiscal general adjunto Matthew Olsen de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia.
El sargento Schultz se declaró culpable el martes de todos los cargos en su contra, incluida la conspiración para obtener y divulgar información de defensa nacional y el soborno a un funcionario público.
La acusación contra el sargento Schultz previamente detalló los mensajes que envió al presunto residente de Hong Kong, referido en los documentos judiciales como Conspirador A. En uno de los intercambios, el sargento Schultz expresó que “desearía poder ser Jason Bourne” en referencia al personaje espía ficticio.
Después de que su agente le prometiera más dinero, escribió en otro mensaje: “¡Eso espero! ¡Necesito recuperar mi otro BMW!”. El FBI y el Comando de Contrainteligencia del Ejército de Estados Unidos continúan con la investigación del caso.
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