Este miércoles, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, declaró que sus fuerzas avanzaron aún más en Rusia. Según el mandatario, las tropas están adentrándose en la región de Kursk de uno a dos kilómetros desde el comienzo del día, y que han capturado a más de 100 prisioneros rusos desde el mismo período.
Putin había declarado que el ejército ruso expulsaría a las tropas ucranianas pero, a más de una semana de la incursión en Kursk, los soldados de Zelenski han logrado penetrar la frontera y salir victoriosos en ganar terreno sin ser desalojados.
Asimismo, Ucrania atacó por la noche a cuatro aeródromos militares rusos, aunque según el Kremlin fueron derribados. Según el ministerio de Defensa de Rusia, los vehículos no tripulados ucranianos fueron abatidos en las regiones de Kursk, Voronezh, Belgorod y Nizhny Novgorod. Asimismo, añadió que también se habían derribado misiles, mostrando en el comunicado a los bombarderos Sukhoi Su-34 atacando posiciones ucranianas en Kursk.
Rusia a la defensiva
El avance ucraniano en Kursk iniciado el 6 de agosto es considerado hoy como la mayor incursión extranjera en Rusia desde la Segunda Guerra Mundial. Esto para Putin plantea un dilema, declaró el mandatario estadounidense Joe Biden, destacando que sus funcionarios estaban en contacto permanente con Ucrania. No obstante, Estados Unidos puntualizó una vez más que no estaba implicado en tales hazañas y que no conocían sus movimientos iniciales, aunque funcionarios rusos sugieren lo contrario.
Lo cierto es que el asalto ucraniano al territorio ruso ha cambiado gran parte de la narrativa sobre la guerra, considerando que Rusia había estado avanzando en el este de Ucrania y las tropas de Zelenski contaban con menos posibilidades en el campo de batalla.
Según la televisión estatal rusa, sus fuerzas rusas estaban “cambiando el rumbo” del enemigo. No obstante, ciudades como Sudzha están totalmente bajo control ucraniano, y otras como Bélgorod han decretado el estado de emergencia en la región. Además, el rublo ruso empezó a debilitarse aún más frente al dólar, el país ha perdido un 8,5% desde el inicio de la incursión ucraniana y se enfrenta a una escasez de soldados en el frente de la guerra.
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