Informes de expertos advierten que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, podría estar planeando tomar el control de los yacimientos petrolíferos ubicados en Libia, poniendo en jaque el suministro de crudo y la estabilidad energética de Europa. Esta advertencia se produce luego de que el aliado de Putin, el general Khalifa Haftar, que controla el este y el sur de Libia, decidiera cerrar el mayor yacimiento petrolífero del país, El Sharara.

En este sentido, el cierre se produjo en represalia por la detención del hijo de Haftar, Saddam, mientras intentaba ingresar a Europa. Previamente, las autoridades italianas en Nápoles habían aconsejado a Saddam que no intentara ingresar al país debido a que figuraba en una lista de arrestos española por intentos de obtener drones letales. Es por ello que, como una respuesta casi inmediata, el general Haftar ordenó un cierre buscando presionar a Madrid para que retirara la orden judicial.

Imagen ilustrativa: yacimiento petrolífero El Sharara.

Esta maniobra suscitó una serie de especulaciones respecto a que Rusia podría aprovechar la situación para sustituir a las empresas europeas con su gigante energético, Gazprom. De materializarse este plan, Moscú consolidaría aún más su influencia en África, utilizando a Libia como un centro estratégico para proyectar poder en todo el continente​.

El yacimiento de El Sharara, ubicado en el suroeste de Libia, con una capacidad de producción de 300.000 barriles de petróleo diarios, es considerado de vital importancia para Europa. El 80% de su producción se destina al continente a través de operadores como Repsol, TotalEnergies, OMV y Equinor. Es por esto que un cambio en el control del yacimiento suscita preocupación, porque podría obligar a Europa – que ya depende de Rusia para el 40% de su suministro de gas y el 30% de su petróleo – a aumentar su dependencia de las importaciones.

El interés de Rusia en África no es nuevo

Sin embargo, el interés ruso en África no es nuevo, ya que durante los últimos años, el Kremlin desplegó miles de soldados en países como Libia, Mali y la República Centroafricana, intercambiando apoyo militar por acceso a recursos minerales. Datos citados por Irish Star, revelador que solo en 2022, Rusia obtuvo miles de millones de libras esterlinas a través del comercio ilícito de oro y diamantes en estos países, consolidando su presencia en la región y desafiando la influencia occidental.

“El cierre de El Sharara por parte de Haftar juega a favor de Vladímir Putin. La estrategia de Rusia es expulsar a los actores europeos y, en el mejor de los casos, incorporar a Gazprom. Occidente debería estar preocupado”, advierte la Dra. Alia Brahimi del Atlantic Council. En un escenario donde el acceso a recursos energéticos es cada vez más crítico, la posibilidad de que Putin extienda su dominio sobre los yacimientos libios es una preocupación real para Occidente.

Fuente: Irish Star

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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