En el contexto del cambio global hacia tecnologías energéticas más sostenibles, el litio se ha consolidado como un recurso estratégico clave. En este escenario, la batalla de EE.UU. y China por el litio argentino ha sido desde los últimos años uno de los principales ejes de tensión en la región sudamericana.
El litio argentino en el centro de la disputa
Ante el avance de las inversiones y proyectos chinos, Estados Unidos ha redoblado sus esfuerzos para estrechar vínculos con el presidente argentino Javier Milei, con la finalidad de contrarrestar la creciente influencia de China y asegurar su propio acceso a este recurso crucial. Esta competencia en desarrollo entre las dos principales potencias globales no solo pone de relieve la creciente relevancia del litio en la economía mundial, sino que también revela las complejas dinámicas de poder que se despliegan en el Cono Sur, una región clave en el actual contexto geopolítico.
Argentina ocupa una posición estratégica en el mercado global del litio, siendo actualmente el cuarto mayor productor mundial y poseyendo aproximadamente una quinta parte de las reservas estimadas del planeta. Las proyecciones gubernamentales indican un aumento significativo en la producción de litio, con la posibilidad de casi duplicarse de 44.000 toneladas métricas en 2023 a 81.000 toneladas métricas en 2024, y una posible expansión de casi cinco veces para 2028. Estas proyecciones están respaldadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé que las exportaciones argentinas de litio podrían generar ingresos multimillonarios para finales de la década.
La creciente importancia de esta nación sudamericana en el sector del litio ha desencadenado una intensa competencia geopolítica, especialmente entre China y Estados Unidos. Beijing, como el mayor productor mundial de baterías de iones de litio y principal refinador de la mayor parte del litio global, ha ganado una ventaja inicial al invertir en la naciente industria minera de Argentina. La empresa china Ganfeng, un actor global destacado en la producción de litio, gestiona la mina Mariana, una de las cinco iniciativas clave en el país sudamericano.
En contraste, Estados Unidos ha intensificado sus inversiones en la región como parte de su estrategia para desarrollar cadenas de suministro de tecnología limpia que sean menos dependientes del control chino. Este esfuerzo busca contrarrestar la creciente influencia de China en América del Sur. El enfoque estadounidense se enmarca dentro de una estrategia más amplia para diversificar las fuentes de suministro de litio y reducir la dependencia de los mercados dominados por actores extranjeros.
Relevancia de Argentina en el mercado mundial del litio
El renacimiento de la minería en La Casualidad, provincia de Salta, y la creciente relevancia de Argentina en el mercado mundial del litio destacan tanto los cambios dinámicos en las economías regionales como las complejas interacciones geopolíticas que moldean la competencia por recursos estratégicos.
El sesenta por ciento de las reservas mundiales de litio se encuentran concentradas en una región de tamaño comparable a California, que abarca territorios en Argentina, Bolivia y Chile (ABC), conocida como el “Triángulo del Litio”. En esta vasta área, el litio se extrae de salmueras situadas debajo de los salares.
Mientras Bolivia enfrenta desafíos para alcanzar niveles significativos de producción y las inversiones en Chile han mostrado signos de estancamiento, Argentina ha emergido como un destino clave para la inversión en el sector. El país ha atraído a numerosas empresas internacionales a sus salares ricos en litio, que permanecen en gran parte sin explotar.
Actualmente, casi 50 proyectos están en desarrollo en el noroeste de Argentina, muchos de los cuales se encuentran en etapas avanzadas. Un análisis reciente reveló que 11 de los 42 proyectos de litio que se espera entren en producción entre 2022 y 2026 están ubicados en Argentina, la mayor cantidad de cualquier país. Este crecimiento resalta la creciente importancia de Argentina como un centro estratégico en la cadena de suministro global de litio.
A pesar de este auge, la industria del litio en Argentina ha evitado en gran medida el escrutinio. Climate Home experimentó múltiples rechazos al intentar visitar las operaciones mineras, citando supuestas limitaciones de capacidad, lo que ha generado preocupaciones sobre la transparencia y supervisión en el sector.
Entre 2020 y 2023, las inversiones chinas en proyectos mineros en la región sumaron 3.200 millones de dólares, abarcando siete proyectos de litio, casi el doble de las inversiones estadounidenses, que respaldaron tres proyectos. En 2023, el 43 por ciento de las exportaciones de litio de Argentina se dirigieron a China, mientras que solo el 11 por ciento fue a Estados Unidos.
La creciente influencia de China en el sector del litio argentino refleja una estrategia más amplia para asegurar recursos críticos a nivel global. A medida que Argentina amplía su capacidad de producción y atrae inversiones internacionales, la dinámica entre China y Estados Unidos seguirá siendo un factor crucial en la evolución de los mercados globales de recursos.
Proyectos chinos en Argentina
En la provincia argentina de Salta, la inauguración de la mina de litio Centenario-Ratones, una empresa conjunta entre la francesa Eramet y la china Tsingshan, marca un avance significativo. Con una capacidad proyectada de 24.000 toneladas de carbonato de litio al año, este proyecto representará más de la mitad de las exportaciones de litio de Argentina en 2023, destacando su impacto en el mercado global.
La mina empleará la extracción directa de litio (DLE), una técnica innovadora considerada más rápida y respetuosa con el medio ambiente en comparación con los métodos tradicionales. A diferencia de las operaciones convencionales que requieren grandes estanques de evaporación, la DLE utiliza tuberías para transportar la salmuera del subsuelo a las instalaciones de extracción.
A pesar de la drástica caída de los precios del litio, que superó el 80 por ciento en 2023 y que ha llevado a algunas empresas occidentales a reducir sus operaciones, China ha mantenido su inversión. En marzo de 2024, la empresa china Ganfeng adquirió una participación del 15 por ciento en el proyecto Pastos Grandes de Lithium Argentina, que enfrentaba dificultades financieras y necesitaba capital fresco. Esta medida demuestra la disposición de las empresas chinas a apoyar el desarrollo a largo plazo del mercado argentino del litio.
Además, las empresas chinas suelen operar a lo largo de toda la cadena de suministro de litio, desde la extracción hasta el reciclaje, lo que les otorga una ventaja significativa. La integración vertical de sus operaciones les permite mitigar la volatilidad del mercado y fortalecer su posición frente a los competidores occidentales.
La entrada de China en el mercado argentino del litio, ejemplificada por el proyecto Centenario-Ratones y la adopción de tecnologías avanzadas como DLE, resalta una estrategia global que combina paciencia con un control integral de la cadena de suministro. Esta dinámica no solo refleja la importancia estratégica del litio, sino también las complejas maniobras geopolíticas entre las naciones en el ámbito de los recursos críticos.
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