El ejército ucraniano continúa avanzando en la región rusa de Kursk, rodeando a un grupo significativo de tropas rusas y preparando el terreno para una guerra prolongada en territorio ruso. Según informó el Wall Street Journal (WSJ), las fuerzas ucranianas están maniobrando para cercar a unos 3.000 soldados rusos, atrapándolos cerca de un río en el óblast de Kursk. Este movimiento estratégico incluye la destrucción de puentes y cruces vitales para las líneas de suministro rusas, utilizando sistemas de misiles HIMARS proporcionados por Estados Unidos y drones equipados con explosivos.
En una reciente incursión llevada a cabo el 6 de agosto, las tropas ucranianas lograron tomar el control de varias ciudades y pueblos en un área comparable en tamaño a cualquiera de los territorios capturados por Rusia en un año de ofensivas en Ucrania. Este avance ha representado un duro revés para el presidente ruso, Vladímir Putin, al tiempo que las fuerzas de Kiev siguen ampliando su control a lo largo de la frontera y atacando las rutas logísticas rusas. En respuesta, Moscú ha intensificado sus contraataques, desplegando bombas planeadoras y movilizando tropas desde Ucrania y otras regiones de Rusia para intentar contener el avance ucraniano.
El general de división retirado y estratega militar australiano, Mick Ryan, señaló que Ucrania no busca avanzar más profundamente en el óblast de Kursk, una táctica que podría resultar en una posición más vulnerable. En cambio, las fuerzas ucranianas están consolidando su control sobre un terreno más defendible, cercano a la frontera ucraniana, lo que facilita su apoyo logístico y defensivo.
A pesar de que el control total del óblast de Kursk podría ser un objetivo secundario para Ucrania, el WSJ sugiere que el objetivo estratégico más significativo para Rusia sigue siendo avanzar en el óblast de Donetsk. Este territorio es crucial para los intereses de Moscú, especialmente después de que Putin declarara que Donetsk forma parte de Rusia. Sin embargo, la capacidad de Rusia para expulsar a las fuerzas ucranianas de Kursk se ve limitada por la falta de personal militar experimentado, a pesar de la movilización mensual de unos 25.000 soldados.
La situación en Kursk ha generado preocupación en Moscú
Tatiana Stanovaya, investigadora principal del Carnegie Russia Eurasia Center, indicó que la situación en Kursk ha generado preocupación en Moscú. A pesar de que Putin podría considerar que la ofensiva ucraniana tiene un impacto limitado en su estrategia general, centrada en tomar el control de Donetsk y desestabilizar el gobierno ucraniano, la presencia ucraniana en Kursk podría prolongarse durante meses o incluso un año.
Además, la operación ucraniana ha asestado un golpe crucial a la narrativa de Putin, quien había prometido que la “operación militar especial” se limitaría a Ucrania y tendría un efecto mínimo en la vida de los ciudadanos rusos. Según algunos mandos militares ucranianos, llevar la guerra al territorio ruso debería ser una parte central de la estrategia de Kiev, ya que aumenta la presión sobre Putin para que busque una resolución al conflicto.
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