La Guardia Costera de Japón ha revelado sus ambiciosos planes para construir su mayor buque patrullero multipropósito hasta la fecha, con el objetivo de fortalecer su capacidad de respuesta ante desastres y emergencias en islas remotas. Este anuncio, realizado el martes, marca un hito significativo en los esfuerzos de Japón por reforzar su vigilancia en áreas estratégicas y, en particular, en la región del Mar de China Oriental, donde las tensiones con China continúan en aumento.

El nuevo buque, que tendrá una eslora de 200 metros y un desplazamiento de aproximadamente 30.000 toneladas, se convertirá en el mayor de la flota de la Guardia Costera japonesa, superando ampliamente al actual buque más grande de 6.500 toneladas. El costo total de construcción de esta embarcación se estima en unos 68.000 millones de yenes (aproximadamente 470 millones de dólares), y se espera que esté en servicio para el año fiscal 2029.

La Guardia Costera ha solicitado 3.430 millones de yenes (23,7 millones de dólares) en el presupuesto fiscal de 2025 para comenzar la construcción del buque. Este pedido forma parte de un incremento significativo en el presupuesto total solicitado por la Guardia Costera para el próximo año fiscal, que alcanza un récord de 293.500 millones de yenes, un 12% más que el presupuesto inicial del año fiscal 2024.

El nuevo buque no solo desempeñará funciones de patrullaje, sino que también estará equipado para actuar en situaciones de emergencia, permitiendo la evacuación de residentes y el despliegue de agentes de policía, bomberos y personal de las Fuerzas de Autodefensa en casos de desastres naturales. Su capacidad para embarcar a unas 1.000 personas lo convierte en una herramienta clave para la gestión de crisis en áreas de difícil acceso.

Official Coast Guard photo by PA2 Zac Crawford.

Además del nuevo buque, la solicitud de presupuesto para el año fiscal 2025 incluye 4.160 millones de yenes destinados a la adquisición de dos grandes aviones no tripulados SeaGuardian, que reforzarán las capacidades de vigilancia aérea de Japón. También se destinarán 40 millones de yenes a iniciativas internacionales para combatir delitos relacionados con las drogas.

La construcción de este buque y la adquisición de nuevos drones son respuestas directas a la creciente presión en torno a las islas Senkaku, un grupo de islotes deshabitados en el Mar de China Oriental controlados por Japón pero reclamados por China, que los denomina Diaoyu. En los últimos años, buques chinos han incursionado repetidamente en las aguas territoriales japonesas alrededor de estas islas, lo que ha llevado a la Guardia Costera a reforzar su presencia y vigilancia en la región.

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Imágenes empleadas a modo ilustrativo

Redacción
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