Los vehículos blindados de fabricación estadounidense en servicio con el ejército ucraniano se enfrentan a un nuevo desafío en el campo de batalla, una amenaza que no habían encontrado en conflictos anteriores. Una de las lecciones aprendidas por EE.UU. en el combate de tanques en Ucrania ha sido la utilización de pequeños drones equipados con explosivos para llevar a cabo ataques de precisión contra vehículos blindados enemigos.
EE.UU. y el combate de tanques en Ucrania
El ejército de Estados Unidos está monitoreando de cerca el rendimiento en combate de los sistemas blindados estadounidenses entregados a Ucrania, como el tanque M1 Abrams y el vehículo de combate de infantería M2 Bradley, así como su capacidad de adaptación en este nuevo tipo de guerra.
Además, están extrayendo lecciones de este conflicto y las están incorporando en su entrenamiento, instruyendo a los nuevos soldados sobre la amenaza que representan los pequeños drones. Según el coronel James Modlin, comandante adjunto de la Escuela de Blindados del Ejército de Estados Unidos, es “importante” que los soldados comprendan la creciente presencia de sistemas no tripulados pequeños en los futuros teatros de guerra y cómo la naturaleza de los combates está evolucionando.
“Realmente se trata simplemente de reconocer que es una amenaza, que es algo que está ahí afuera”, explicó a Business Insider en una entrevista reciente. “Hay que mirar hacia arriba, hay que mirar 360 grados”, añadió.
Modlin señaló que los nuevos soldados entrenados en Abrams o Bradleys no necesariamente podrán diferenciar entre un dron de reconocimiento y uno de combate. Lo crucial es que sean conscientes de que ambos pueden representar una amenaza y que puedan comunicar esa información a sus líderes.
“Hay muchas incógnitas”, mencionó Modlin, subrayando que “para los soldados rasos, es fundamental aumentar su conocimiento situacional y su capacidad para identificar lo que hay en su entorno”.
La masiva guerra de drones en Ucrania
El ejército estadounidense ha utilizado drones más grandes como el MQ-9 Reaper durante mucho tiempo para misiones de vigilancia y ataques cinéticos. Sin embargo, hace aproximadamente una década, las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio comenzaron a enfrentarse en combate a drones baratos y disponibles comercialmente, después de que el Estado Islámico los convirtiera en armas al agregarles explosivos y emplearlos en ataques.
No obstante, la guerra con drones ha alcanzado nuevas dimensiones en Ucrania. Tanto Kiev como Moscú han empleado estos sistemas para realizar ataques precisos contra blindados, personal, fortificaciones, e incluso soldados enemigos.
Ambos bandos también han desarrollado contramedidas para proteger sus tanques y vehículos de combate contra los drones, como la instalación de pantallas protectoras rudimentarias en el exterior como una última línea de defensa. Estas pantallas se han vuelto comunes y se han añadido incluso a los vehículos blindados proporcionados por Estados Unidos, como el Abrams.
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