El domingo por la noche, decenas de miles salieron a las calles de Israel para exigir al Primer Ministro, Benjamin Netanyahu, un alto el fuego con Hamás y el rescate de rehenes. La manifestación se llevó a cabo luego del hallazgo de otros seis rehenes fallecidos en Gaza, caracterizándose como la más masiva desde el inicio del conflicto. 

No obstante, las negociaciones para el alto el fuego se han prolongado durante meses y parecen retrasarse aún más. Múltiples ciudadanos culpan a Netanyahu por esta cuestión, aunque el país está profundamente dividido entre quienes apoyan sus planes de guerra total contra Hamás y quienes avalan por un cese del conflicto. 

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En torno a aquellos que se posicionan contra Netanyahu, consideran que el gobierno está tomando tales decisiones por su propia conservación sin considerar a los rehenes en juego, y han exigido un “paro total del país” para presionar por un alto el fuego. Por otro lado, quienes apoyan al gobierno avalan continuar con los combates hasta destruir a Hamás, como el mandatario israelí defiende, y “no negociar con terroristas”. 

Pero las divisiones también han quedado al descubierto dentro del gobierno, donde altos cargos militares y de seguridad, entre ellos el ministro de Defensa, Yoav Gallant, han advertido que “se acaba el tiempo”. Para muchos analistas, esta última manifestación podría ser vista como un nivel de presión política sobre Netanyahu mucho mayor a las ya conocidas. 

Los detalles sobre la manifestación

Las protestas dentro de Israel estallaron luego de que seis rehenes fueran encontrados sin vida en un túnel de la ciudad de Rafah, a un kilómetro aproximadamente de donde la semana pasada fue rescatado con vida otro rehén. Uno de los rehenes era el israelí-estadounidense Hersh Goldberg-Polin, de 23 años, quien en abril aparecía con vida en un video que Hamás publicó. El ejército identificó a los demás como Ori Danino, de 25 años; Eden Yerushalmi, de 24 años; Almog Sarusi, de 27 años; Alexander Lobanov, de 33 años; y Carmel Gat, de 40 años.

Supuestamente estaba previsto que tres de los seis rehenes hallados muertos fueran liberados en la primera fase de una propuesta de alto el fuego debatida en julio, la cual Hamás aceptó. Por esta razón, la población israelí se enfureció aún más. Netanyahu respaldó su postura afirmando que “quien asesina rehenes no quiere un acuerdo”, mientras que gran parte de los manifestantes coincidían en que podrían haberse salvado y culpan al gobierno por ello. 

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Cabe destacar que Hamás ha ofrecido liberar a los rehenes a cambio del fin de la guerra, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y la liberación de un gran número de presos palestinos. Además, el alto cargo Izzat al-Rishq afirmó que los rehenes seguirían vivos si Israel hubiera aceptado una propuesta de alto el fuego respaldada por Estados Unidos. 

Mientras tanto, el ejército israelí considera que la intensa presión sobre Hamás ha creado condiciones favorables para alto el fuego, y que la única forma de liberar a los rehenes a salvo es a través de un acuerdo. 

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Redacción
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