Después de un verano de eventos históricos, el panorama de la carrera presidencial para Kamala Harris y Donald Trump se ha vuelto más claro de cara al otoño boreal. Tanto la vicepresidenta demócrata como el expresidente republicano concentrarán sus esfuerzos y recursos en solo siete estados clave, invirtiendo grandes sumas de dinero para captar la atención de los votantes que apenas ahora comienzan a interesarse por las elecciones. Sus campañas se centrarán en temas tradicionales como la economía, la inmigración y el aborto, mientras debaten sobre cuestiones de carácter, cultura y democracia.
En una semana, se enfrentarán por primera vez en un debate, mientras que Pensilvania, el estado más importante, comenzará la votación anticipada por correo la semana siguiente. A finales de mes, la votación anticipada estará en marcha en al menos cuatro estados, con una docena más sumándose a mediados de octubre. En solo 63 días, se emitirán los votos que decidirán quién liderará la nación.
Trump, por otro lado, rechaza cualquier sugerencia de que Harris tenga ventaja, atacándola de manera personal y proclamando que el país está en riesgo si ella gana. A medida que se acerca el Día del Trabajo, los votantes comenzarán a tomar decisiones más firmes, y ambos equipos sienten la presión de trabajar intensamente en las semanas previas a las elecciones.
El mapa electoral se ha reducido a siete estados clave. Mientras que los aliados de Trump antes consideraban posibles otros estados demócratas, ahora ambos bandos concentran sus esfuerzos en los estados del Cinturón del Sol (Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada), donde Harris ha revitalizado las esperanzas demócratas. Trump, por su parte, mantiene su enfoque en los estados del Medio Oeste (Wisconsin y Michigan) que fueron clave en su victoria de 2016 y su derrota en 2020.
En términos organizativos, los demócratas tienen una ventaja clara, con Harris superando en gastos publicitarios a Trump en una proporción de 2 a 1 en los estados clave. Aun así, la campaña de Trump sigue confiando en su base energizada y en el apoyo de aliados externos bien financiados.
Las encuestas muestran una contienda reñida en los siete estados clave, con ambos candidatos empatados en muchos aspectos. La batalla por persuadir a un pequeño grupo de votantes indecisos será crucial en la recta final hacia las elecciones.
Finalmente, la carrera podría decidirse por quién logre posicionarse como el “candidato del cambio”. Trump, aunque ya fue presidente, sigue atrayendo a millones de votantes que apoyan su estilo no convencional. Harris, como la primera mujer candidata presidencial, representa un cambio histórico, aunque el desempeño reciente de los demócratas en algunos estados clave genera preocupaciones.
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Fuente: Associated Press