La situación en la región de Donetsk se vuelve cada vez más crítica a medida que las fuerzas rusas continúan avanzando, acercándose peligrosamente a la ciudad de Pokrovsk. Este avance pone en riesgo no solo la localidad y sus líneas de suministro, sino también a varias brigadas ucranianas que podrían quedar atrapadas en un saliente expuesto al sur de la ciudad.

Peligro inminente para las tropas ucranianas

Las tropas rusas han avanzado hacia el oeste, bordeando el río Vovcha y aproximándose a menos de 10 kilómetros de Pokrovsk. En este movimiento, han logrado evitar la fuerte resistencia ucraniana que mantenía la línea entre la aldea de Memryk y el río Vovcha, creando un saliente vulnerable que se adentra en las líneas rusas. Este saliente, según expertos militares, podría convertirse en una trampa mortal para las tropas ucranianas, con solo un par de maniobras rusas decisivas.

Dentro de este saliente se encuentran elementos clave de las fuerzas ucranianas, incluyendo la 59ª Brigada de Infantería Motorizada, la 68ª Brigada Jager, la 117ª Brigada de Defensa Territorial y la 15ª Brigada de la Guardia Nacional. Sin embargo, la estabilidad de estas unidades depende crucialmente de la 25ª Brigada Aerotransportada, que defiende la aldea de Ukrainsk en el extremo norte del saliente.

El Centro Ucraniano de Estrategias de Defensa ha advertido que si la 25ª Brigada no logra frenar el avance ruso cerca de Ukrainsk, las fuerzas ucranianas podrían verse rodeadas. Esto significaría que al menos cuatro brigadas quedarían atrapadas al sur de Pokrovsk, una situación que podría tener consecuencias catastróficas para el esfuerzo defensivo ucraniano.

Avance tropas rusas y ucranianas – Forbes

Posible retirada táctica

Ante este escenario, algunos analistas sugieren que una retirada ucraniana podría estar ya en marcha, o que debería considerarse seriamente. El Equipo de Inteligencia de Conflictos pro-Ucrania ha señalado que sería prudente replegar las tropas de la zona antes de que las fuerzas rusas corten sus rutas de suministro y retirada. Esta retirada implicaría ceder aproximadamente 77 kilómetros cuadrados de territorio a los rusos, pero permitiría a los ucranianos enderezar sus líneas y establecer nuevas fortificaciones más al oeste.

Esta decisión, aunque difícil, podría ser crucial para preservar la integridad de las fuerzas ucranianas en un momento en el que cada unidad es vital para la defensa del país. Ceder territorio en este punto podría ser un sacrificio necesario para evitar una catástrofe militar mayor.

El contexto de la batalla en Pokrovsk

La ciudad de Pokrovsk, con una población previa a la guerra de alrededor de 60.000 habitantes, se ha convertido en un punto estratégico clave en la región de Donetsk. La proximidad de las fuerzas rusas ha llevado a que se ordene la evacuación de miles de civiles, aunque algunos han decidido permanecer en sus hogares, desafiando el peligro inminente.

La ofensiva rusa ha cobrado un alto costo, con informes que indican decenas de miles de bajas en las filas rusas, incluidos muertos, heridos y prisioneros. A pesar de estas pérdidas, las fuerzas del Kremlin continúan superando en número a los defensores ucranianos, con una proporción de cuatro a uno, lo que plantea un desafío significativo para el mando ucraniano.

The Independent

El general ucraniano Oleksandr Sirski, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, ha destacado que más de 30.000 soldados rusos han sido trasladados a la región de Kursk, lo que demuestra la magnitud de la operación ofensiva rusa. Al mismo tiempo, Ucrania ha lanzado una ofensiva sorpresa en la región rusa de Kursk, lo que complica aún más la situación estratégica.

Un dilema estratégico

La defensa de Pokrovsk y la posible retirada de las tropas en el saliente representan un dilema crítico para las Fuerzas Armadas de Ucrania. Perder a parte de las cuatro brigadas estacionadas en esta área podría tener consecuencias desastrosas, mientras que una retirada exitosa podría fortalecer una nueva línea defensiva más compacta y resistente.

Según el analista Emil Kastehelmi del Black Bird Group, la falta de soldados y municiones, así como la preparación insuficiente de las líneas de defensa fortificadas, han puesto una gran presión sobre las unidades ucranianas en la zona. Esta situación se ve agravada por las deficiencias en las políticas de movilización durante el invierno pasado.

A medida que se acerca el otoño, los analistas advierten que la estabilización de la línea del frente en esta área podría ser la última esperanza para Ucrania antes de que el potencial ofensivo ruso se agote. La decisión de retirarse o luchar en Pokrovsk podría determinar el curso de la guerra en los próximos meses.

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Con información de: Forbes

Redacción
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