El terrorismo, al igual que el narcotráfico y el crimen organizado, constituyen, hoy por hoy, una de las mayores amenazas –y peligros- a nivel global. De eso no quedan dudas. Ya en reiteradas ocasiones previas, tuvimos la oportunidad de ir desarrollando distintas formas y facetas que el fenómeno del terrorismo posee. Sin embargo, en este caso hablaremos de uno de los tipos de terrorismo menos comunes pero que, aun así, no deja de estar presente a la vez que representa una amenaza no menor en la actualidad. En esta columna analizaremos el fenómeno del denominado “Terrorismo marítimo” y todo lo que hay detrás de este. 

Definición de Terrorismo Marítimo

Según lo establecido por el Convenio SUA en 1988, el cual se encarga de la Represión de Actos Iliciticos Contra la Seguridad de la Navegación Marítima, el terrorismo marítimo contempla “aquellos actos de violencia contra un buque, su tripulación, o bienes y personas a bordo de ellos que, directa o indirectamente, pongan en peligro la seguridad de la navegación marítima o que afecte las instalaciones o servicios de la misma”. Estableciendo así, una gran diferencia respecto a la piratería, ya que esta se comente para la búsqueda de ganancias económicas, mientras que el terrorismo marítimo posee motivaciones políticas o de convección en su ejecución.

El caso de Yemen 

Sin duda alguna, el caso más emblemático a la hora de hablar de terrorismo marítimo es el caso de las fuerzas hutíes de Yemen -a quien dedicamos una columna previamente- puesto que, desde hace años, esta organización insurgente ha perpetrado decenas de ataques contra buques mercantes en los alrededores del Mar Rojo. En relación a estos, su objetivo es meramente político, ya que, por ejemplo, se pudo observar un aumento de los ataques marítimos a buques por parte de los hutíes tras el inicio de la guerra entre el Estado de Israel y el grupo terrorista Hamás aquel 7 de octubre. La mayoría de los mismos, eran buques comerciales que, bajo bandera israelí o estadounidense, navegaban las aguas del Mar Rojo. 

El fenómeno de la Piratería 

Tal como sucede con el fenómeno del Terrorismo, la piratería ha generado diversos conflictos a la hora de hablar de la legislación a nivel internacional, siendo este un fenómeno trasnacional. En cuanto a su definición, el Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar lo define como un acto ilegal de violencia, detención o depredación cometido con un propósito personal por la tripulación o pasajeros de un buque privado, dirigidos contra un buque en alta mar o contra personas o bienes a bordo de ellos”. Con relación a esto, si bien -y a diferencia del Terrorismo- la piratería hace cierto énfasis en la obtención de un beneficio de carácter lucrativo, ha mostrado también poseer ciertos tintes políticos, normalmente escondidos en su modus operandi o en la elección de sus víctimas.

Esto nos lleva a percibir la existencia de una línea bastante difusa entre el terrorismo marítimo y la piratería, siendo el primero de estos, un fenómeno mucho más complejo debido a que posee causas de índole más profundas relacionada con motivaciones, ideológicas, políticas y religiosas, como veremos más adelante. Sin embargo, es posible establecer algunas similitudes y diferencias a la hora de hablar de ambos fenómenos. 

Aquella línea difusa entre el terrorismo marítimo y la piratería

Al igual que sucede en el todo ámbito relacionado al terrorismo yihadista, el proceso de radicalización ideológica a través de distintos métodos de captación y reclutamiento juegan un factor determinante a la hora de hablar de terrorismo marítimo, ya que el uso extremo de la violencia será la única vía para concretar aquellos objetivos –políticos, en muchos casos- de determinada organización. Transmitiendo, así, este mensaje a cada uno de los individuos que lograron sumar a sus filas y demostrando que, el factor ideológico, constituye un punto en común entre el terrorismo marítimo y la piratería. 

No obstante, lo económico también entra en acción, jugando un rol de gran importancia. Esto sucede debido a que, los actos de piratería en sí, están planificados para la obtención de un bien tangible, de un beneficio sumamente económico, como sucede con los piratas que acechan las costas del continente africano. Mientras que, en el caso del terrorismo, la cuestión económica o material pasa a un segundo plano siendo éste solo un medio para financiar sus atroces actividades motivadas solamente por aspectos religiosos y políticos. 

Por el contrario, podemos encontrar otra similitud entre el terrorismo marítimo y la piratería: hablamos del modus operandi. En muchos casos pudimos observar como el secuestro de buques y la extorsión han sido perpetrados tanto por terroristas yihadistas como por piratas, de igual manera. Eso sí, diferenciándose –como venimos señalando- en que el terrorismo buscará algún tipo de respuesta a sus demandas por parte de un gobierno determinado –como sucede en Yemen-, mientras que los piratas se enfocarán específicamente en la búsqueda de un bien relacionado a lo económico, dejando de lado toda vocación política, como lo son los casos de piratería que tienen lugar en Somalia y en el Golfo de Guinea. 

Un problema a tener en cuenta

Fuera de todo tipo de cuestionamiento, el terrorismo yihadista se ha convertido en uno de los mayores peligros y amenazas en la actualidad, y esto viene así desde hace muchos años. Siendo éste un fenómeno que está atravesando una etapa de expansión, trasladando su epicentro desde Medio Oriente hacia el continente africano –particularmente hacia la región conocida como el Sahel-. 

Paralelamente a esto, los gobiernos de los países africanos también se ven en la obligación de contrarrestar los ataques piratas que tienen lugar en las costas del continente, siendo ambos –el terrorismo yihadista y la piratería- una problemática que ponen contra las cuerdas la estabilidad y el control de los gobiernos locales no solo en África, sino también en aquellos países que tienen la desgracia de sufrir las consecuencias de estos dos grandes males: el terrorismo y la piratería.

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Fuentes consultadas 

Máximo Alterman
Licenciado en Ciencias Políticas por Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino y maestrando en RRII en la Universidad de Belgrano. Gran interés en Medio Oriente y particularmente, el fenómeno del Terrorismo

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