Filipinas, a diferencia de otros países del Sudeste Asiático, ha formado una alianza con EE.UU. que pone en jaque la relación con China en la región. Además, este alineamiento no colabora con las crecientes tensiones en el Mar de China Meridional.
Gran parte del Sudeste Asiático ha intentado mantener un equilibrio entre EE.UU. para no avispar posibles tensiones. Pero Filipinas no ha demorado en mostrar su convergencia con Washington. Podría decirse que se ha aliado plenamente con EE.UU y, aunque puede proteger a Manila en muchos aspectos, también aumenta las perspectivas de un conflicto más amplio que puede implicar a su aliado de manera directa.
¿Por qué el Mar de China Meridional es un foco de conflicto en el Sudeste Asiático?
El mar en sí mismo es estratégico debido a múltiples factores. Es considerado una de las fuentes más ricas del mundo de pescado y una importante fuente potencial de petróleo sin explotar. A esta dinámica se suma una importante vía fluvial comercial y vital.
Pero en él se encuentran una amplia gama de posibles conflictos regionales, como el posicionamiento de Taiwán y sus escaramuzas con China. En este contexto, Beijing no ha dejado de reivindicar para sí partes del mar o de militarizar sus posiciones allí.
En los últimos años, barcos de la Guardia Costera china se han enfrentado a otros que transitaban por allí por ser Estados reclamantes. Xi Jinping tiene muy claro que es fundamental proyectar el poder de China hacia el exterior en pos de salvaguardar sus intereses centrales. Y desde ya, estos incluyen el Mar Meridional, también considerado por Filipinas como propio.
Algunas razones de la alianza de Filipinas con EE.UU.
A diferencia de otros Estados del Sudeste Asiático con reivindicaciones territoriales, Filipinas ha reforzado abiertamente su cooperación en materia de defensa con Estados Unidos. Además, se opone públicamente a tales reclamos de Beijing. La bilateralidad con EE.UU. tiene orígenes en 1951 donde firmaron un tratado de defensa mutua, y que fue reafirmado este 2024 por el Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.
Para Washington, la cooperación con Filipinas es amplia. Se extiende a las fuerzas armadas, buques públicos y aeronaves de ambos países en el Mar de China Meridional. Por esta razón, EE.UU. estaría obligado a defender a Filipinas en una posible escalada del conflicto con China en el mar.
Además, esta situación se profundiza al considerar que, a finales de julio, ambos países firmaron un acuerdo por valor de 500 millones de dólares en nuevas ayudas de defensa para modernizar el ejército y la guardia costera filipinos. El objetivo es mejorar el equipamiento mejor de las fuerzas armadas filipinas para contrarrestar las actividades chinas y aumentar la interoperabilidad de Estados Unidos.
Y aunque Filipinas también ha estrechado lazos en materia de defensa con otros países como Alemania o Japón, China no ha dejado de demostrar que su alianza con EE.UU. perjudica su posición en la región. En múltiples ocasiones ha hostigado a buques filipinos hasta el punto de provocar colisiones entre buques, navegando cerca de ellos o disparándoles cañones de agua.
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Quien haya escrito este artículo claramente tiene un favoritismo disimulado hacia China. La alianza de EEUU y Filipinas (la cuál data desde hace más de 50 años) no es lo que genera las tensiones en la región asiática, sino al ambiciosas, infundadas e irrefutables intenciones de China de adueñarse de casi todo el Mar de China Meridional, a pesar de los fallos internacionales y las leyes de soberanía. No sé ustedes, pero crear islas artificiales y llenarlas de aviones de combate y misiles para luego reivindicar sus alrededores, así como atacar barcos y aviones de otros países creo se considera como una actitud agresiva. Este artículo parece enfocar las tensiones en las relaciones con otros países en la región, pero nada aumenta más las tensiones que las agresiones y falta de respeto por las leyes internacionales y la soberanía de los demás.