En un contexto de crecientes tensiones en el Mar de China Meridional, el gobierno de Filipinas ha intensificado sus operaciones de vigilancia aérea y patrullaje naval en la región, en respuesta a la creciente presencia de buques chinos en las aguas en disputa. El contralmirante Roy Vincent Trinidad, vocero de la Armada filipina, confirmó que estos refuerzos buscan contrarrestar las actividades de China, que ha incrementado su número de embarcaciones en la zona, exacerbando las fricciones entre ambos países.
Incremento de patrullajes
Las nuevas operaciones incluyen un aumento en la presencia de la Guardia Costera y la Fuerza Aérea filipina alrededor de Sabina Shoal, un atolón en disputa situado en el Mar de China Meridional. Según Trinidad, estas medidas refuerzan las actividades del BRP Teresa Magbanua, uno de los buques patrulleros más grandes y modernos de la Guardia Costera de Filipinas, que ha estado operando en la región desde abril. “Nuestra misión es promover el interés nacional y salvaguardar nuestra posición en Sabina Shoal”, declaró el contralmirante al medio filipino The Daily Tribune.
Conflicto territorial y agresiones recientes
La disputa sobre Sabina Shoal se ha intensificado en los últimos meses, con incidentes que incluyen ataques a embarcaciones filipinas por parte de la Guardia Costera china, resultando en heridos y daños materiales. En junio, un grupo de guardacostas chinos, armados con armas blancas, agredió a marineros filipinos, mientras que en julio, el mayor buque de la Guardia Costera china ancló en la zona económica exclusiva de Filipinas, en un acto que Manila calificó de “intimidación”.
La situación escaló aún más la semana pasada cuando Jay Tarriela, portavoz de la Guardia Costera filipina, denunció que China desplegó 40 buques para bloquear la entrega de suministros a las tropas filipinas en Sabina Shoal. Según Tarriela, uno de los buques chinos embistió tres veces al BRP Teresa Magbanua, causando daños significativos a la embarcación.
El desafío estratégico chino y la respuesta de Estados Unidos
Desde finales de agosto, la presencia del Teresa Magbanua ha sido superada por una flota china compuesta por más de 50 embarcaciones, incluyendo buques de la Armada del Ejército Popular de Liberación y de la milicia marítima china. A pesar de esta presión, el contralmirante Trinidad señaló que el envío de refuerzos adicionales aún no está en consideración.
Las acciones de China en el Mar de China Meridional han sido condenadas por el Departamento de Estado de EE.UU., que calificó la conducta de Pekín como “peligrosa” y “escalatoria”. Sin embargo, China sostiene que las operaciones filipinas en Sabina Shoal son “ilegales” y ha advertido a Manila que retire sus buques de la zona.
Perspectivas estratégicas y el papel de Estados Unidos
Según expertos en seguridad, como Sari Arho Havrén del Royal United Services Institute, las provocaciones de China buscan agotar a sus vecinos para que acepten sus reivindicaciones territoriales en el Mar de China Meridional. Collin Koh, del Instituto de Defensa y Estudios Estratégicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur, sugirió que Pekín también está probando hasta qué punto Estados Unidos respaldará a Filipinas, un aliado estratégico en la región.
El Tratado de Defensa Mutua entre EE.UU. y Filipinas, firmado en 1951, establece que Washington debe acudir en ayuda de Manila en caso de un ataque armado. No obstante, recientes declaraciones del almirante Samuel Paparo, jefe del Mando Indo-Pacífico de EE.UU., indicaron que el apoyo podría limitarse a escoltar buques filipinos, reflejando una interpretación cautelosa del tratado.
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