El debate de esta noche entre Donald Trump y Kamala Harris ha generado gran expectativa debido a la estrecha competencia reflejada en las encuestas. Después del mal desempeño de Joe Biden en el último enfrentamiento, este debate es considerado clave para definir el rumbo de las elecciones presidenciales. A diferencia del debate de junio, que fue histórico por ser el primer debate general de elecciones en la era moderna, el de hoy podría ser el último antes del día de las elecciones, ya que no se han programado más encuentros.
A pesar de ser una figura reconocida en la política, Harris aún enfrenta el desafío de consolidar su imagen ante un electorado que en gran parte no la conoce en profundidad, y un buen desempeño podría cambiar esta percepción. Mientras tanto, Trump se muestra más relajado, aunque sus asesores están preocupados por cómo la experiencia de Harris como fiscal podría resaltar sus problemas judiciales.
El descenso de Harris en las encuestas añade tensión, ya que Trump ha tomado una ligera ventaja. Este debate es visto como una oportunidad para que Harris recupere terreno, mientras que ambos candidatos probablemente suavicen sus posturas políticas para atraer a los votantes indecisos.
David Richards, director del departamento de ciencias políticas en la Universidad de Lynchburg, destaca que este debate es una oportunidad clave para ambos candidatos de captar a los votantes indecisos.
“Harris debe aprovechar para presentarse y aclarar algunos aspectos que los votantes aún desconocen. No ha estado en el foco público tanto tiempo, por lo que algunos aún no están seguros de quién es realmente”, explica Richards. “Trump, por otro lado, necesita proyectar una imagen de estabilidad y fuerza. En el debate anterior, le fue más fácil competir con Joe Biden, pero ahora será él el candidato mayor frente a una Harris más joven y dinámica”, añade.
Un debate que busca convencer a los indecisos, con fuerte énfasis en la economía
En cuanto a las políticas económicas, se espera que ambos presenten sus planes en el debate. Harris propone aumentar los impuestos corporativos, lo que ha generado preocupación en los mercados, mientras que Trump aboga por reducir impuestos para beneficiar a las empresas estadounidenses. Sin embargo, un análisis de la Universidad de Pensilvania sugiere que, aunque el plan de Trump podría generar crecimiento a corto plazo, podría aumentar el déficit a largo plazo. En cambio, Harris ofrece un enfoque más sostenible, pero con un impacto inicial menos favorable.
Los mercados financieros podrían preferir las medidas inmediatas de Trump, aunque algunos economistas podrían inclinarse hacia el enfoque más a largo plazo de Harris. No obstante, la implementación de las políticas de Harris dependerá de la composición del Congreso, ya que un Congreso controlado por republicanos limitaría sus propuestas, especialmente en lo relacionado con los impuestos corporativos.
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