Recientemente, un miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset afirmó que la guerra entre Israel y el Líbano “es una cuestión de días“. El funcionario, que también es parte del partido gobernante del primer ministro Benjamín Netanyahu, declaró en una entrevista realizada a la emisora pública Kan que, cuando esto ocurra, el suburbio Dahiyeh de Beirut, en el Líbano, “parecerá Gaza“.
Esta declaración fue acompañada de un plan expuesto por Vaturi, en el que planteó un gran ataque preventivo, similar al que recientemente frustró un importante ataque planeado por Hezbolá contra el centro de Israel. Este nuevo ataque tendría una duración estimada de 4 a 5 días, seguido de un avance terrestre.
Cabe recalcar que esta situación lleva varios meses desarrollándose, con un aumento constante de las hostilidades en la frontera norte de Israel, alcanzando su nivel más crítico desde el inicio de la guerra en octubre de 2023.
Los últimos eventos que intensificaron esta tensión involucraron al grupo Hezbolá, respaldado por Irán, y a un grupo paramilitar que se atribuyó la responsabilidad de un ataque con aviones no tripulados contra el sitio militar de Ma’ayan Baruch. Simultáneamente, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron la detección de tres misiles antitanque y un dron explosivo lanzados desde el Líbano.
Es importante señalar que, ya en junio, se había alcanzado un récord de proyectiles lanzados por Hezbolá contra Israel, con aproximadamente 900 misiles, lo que provocó una respuesta por parte de Israel con ataques más profundos y destructivos.
Otro hecho destacado ocurrió a finales de julio, cuando Israel atacó objetivos de Hezbolá dentro del Líbano, un día después de que un ataque con cohetes lanzado desde el otro lado de la frontera matara a 12 personas en los Altos del Golán, ocupados por las FDI.
A pesar de las declaraciones de Vaturi, otros funcionarios han expresado que se está intentando evitar una escalada mayor, buscando debilitar a Hezbolá sin desencadenar una guerra total en Oriente Medio. Sin embargo, las hostilidades continúan sin un freno aparente, mientras ambos lados intensifican su preparación para un posible ataque.
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