El expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris se enfrentaron en un esperado debate presidencial el martes por la noche, siendo su primer y posiblemente único cara a cara antes de las elecciones del 5 de noviembre.
Con solo 55 días para las elecciones y encuestas que muestran una contienda cerrada, este debate de 90 minutos ofreció a los votantes la oportunidad de escuchar más detalladamente a Harris desde que se unió a la carrera. A pesar de que el público ya está familiarizado con las propuestas de Trump, el debate le brindó una oportunidad para revitalizar su campaña, que ha tenido dificultades tras la entrada de Harris.
La guerra entre Rusia y Ucrania
Trump hizo énfasis en su intención de poner fin rápidamente a la guerra entre Rusia y Ucrania si llegara a la presidencia, comprometiéndose a mediar personalmente entre Zelensky y Putin. Reiteró que bajo su liderazgo la guerra no habría comenzado, y argumentó que su relación personal con los líderes de ambos países sería clave para lograr una solución, aunque no ofreció detalles concretos sobre su plan. Además, criticó los elevados costos que, según él, Estados Unidos ha asumido en la defensa de Ucrania en comparación con Europa, aunque los datos indican que Europa ha contribuido significativamente en el conflicto.
Por otro lado, Harris subrayó el apoyo militar que su administración ha brindado a Ucrania, destacando el papel crucial que esto ha tenido en mantener la independencia del país. Enfatizó la coordinación con los aliados occidentales y la entrega de armas clave, aunque no dio detalles sobre futuras estrategias para la región.
Posiciones respecto al conflicto entre Israel y Hamás
Respecto al conflicto entre Israel y Hamás, Trump evitó profundizar en su plan para manejar la situación, limitándose a asegurar que bajo su mandato la guerra nunca habría comenzado y prometiendo resolver el conflicto rápidamente, sin ofrecer una estrategia clara. En un tono más personal, acusó a Harris de tener una postura hostil hacia Israel y los árabes, sugiriendo sin fundamento que si ella llegara a la presidencia, Israel dejaría de existir en dos años.
Harris, por su parte, mantuvo una postura firme en defensa de Israel, subrayando su derecho a la autodefensa, especialmente después del ataque de Hamás en 2023. Sin embargo, también reconoció la importancia de la protección de civiles palestinos, reiterando su apoyo a una solución de dos estados y la necesidad de que los palestinos tengan seguridad y autodeterminación. Su enfoque fue más matizado, buscando equilibrar la defensa de Israel con la protección de los derechos palestinos.
China, la potencia que se busca aplacar
En cuanto a China, Trump abogó por una política más agresiva, prometiendo imponer aranceles más elevados a las importaciones chinas y a todos los bienes importados en general. Defendió su política comercial durante su mandato, argumentando que fue eficaz para contrarrestar lo que él considera un abuso económico por parte de China. Además, criticó a la administración Biden por no haber revertido los aranceles que él implementó, aunque estos se han mantenido.
Harris, con menos experiencia directa en la relación con China, advirtió que las políticas arancelarias de Trump podrían llevar a una inflación más alta y a una recesión, lo cual ha sido respaldado por varios economistas. Defendió la política de Biden de mantener los aranceles existentes, al tiempo que ha impuesto nuevas restricciones, particularmente en sectores tecnológicos estratégicos.
La retirada de las tropas de Afganistán, entre reclamos y promesas incumplidas
Sobre Afganistán, Trump defendió su acuerdo inicial con los talibanes, argumentando que intentó proteger la vida de las tropas estadounidenses, mientras que criticó duramente la retirada desorganizada llvada a cabo por Biden. Afirmó, aunque de manera incorrecta, que los talibanes heredaron 85 mil millones de dólares en equipo militar estadounidense, cuando en realidad la cifra es mucho menor.
Harris, en cambio, defendió la decisión de Biden de retirar las tropas, destacando que fue una promesa que varios presidentes anteriores no lograron cumplir. A pesar de la caótica retirada, sostuvo que fue la decisión correcta tras dos décadas de intervención militar. Sin embargo, no respondió directamente a las críticas sobre cómo se manejó la operación de salida.
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Fuente: Foreign Policy