Vladímir Putin advirtió que Rusia podría restringir las exportaciones de uranio a la industria nuclear occidental en represalia por las sanciones impuestas tras la invasión de Ucrania. En una reunión televisada con ministros del Gobierno ruso, Putin subrayó que Rusia debería considerar limitar el suministro de este recurso estratégico, lo que suscitó preocupación entre los mercados energéticos globales.
“Por favor, revisen algunos de los bienes que suministramos al mercado mundial. Tal vez deberíamos pensar en ciertas restricciones: uranio, titanio, níquel”, dijo Putin durante su intervención, dirigiéndose al primer ministro ruso, Mijail Mishustin. Además del uranio, el líder ruso mencionó la posibilidad de limitar las exportaciones de otros recursos estratégicos, como el gas natural y los diamantes.
Ante la posibilidad de una reducción en el suministro tras los comentarios de Putin, las acciones de las empresas mineras de uranio experimentaron un aumento, impulsadas por la expectativa de una subida en los precios. Actualmente, Rusia es considerado como el mayor exportador mundial de combustible y tecnología nuclear, con una participación significativa en el mercado global de uranio enriquecido.
Durante el 2023, Estados Unidos, China y Corea del Sur se ubicaron entre los principales compradores de uranio ruso, seguido de países europeos como Francia y Alemania. Y aunque desde el inicio de la guerra en Ucrania, los países occidentales vienen tratando de reducir su dependencia de las exportaciones rusas, existen casos como el de Estados Unidos, que aún importa una porción significativa de uranio enriquecido de Rusia.
Estados Unidos y Reino Unido buscan la manera de reducir su dependencia de Rusia
En este sentido, el 27% del total de uranio utilizado en los reactores nucleares comerciales de Estados Unidos, el año pasado, provenía de Rusia. En mayo de 2023, el presidente estadounidense, Joe Biden, promulgó una ley para prohibir las importaciones de uranio enriquecido ruso, sin embargo, la ley contenía exenciones en caso de problemas de suministro que permitirían al Departamento de Energía de Estados Unidos mantener niveles normales de importaciones de uranio ruso hasta 2027.
“Será realmente difícil reemplazarlo, especialmente en el corto plazo, los próximos dos o tres años”, afirmó Arkady Gevorkyan, analista de Citi. Gevorkyan agregó que los proveedores occidentales están comenzando a planificar la construcción de capacidad adicional de enriquecimiento, pero este proceso podría llevar al menos tres años en completarse. “Prevemos que las empresas de servicios públicos de Estados Unidos podrían reemplazarlo parcialmente importando uranio poco enriquecido de China”, explicó.
En contraste, el Reino Unido ha estado tomando medidas para reducir su exposición al uranio ruso. El año pasado, el Gobierno británico lanzó un Fondo de Combustible Nuclear destinado a impulsar la producción nacional de este recurso y disminuir su dependencia de las importaciones extranjeras.
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