Rusia continúa su ofensiva militar en el este de Ucrania, acercándose a la ciudad clave de Pokrovsk, en uno de los movimientos más rápidos del Ejército ruso desde que comenzó la guerra. La captura de Pokrovsk otorgaría a Moscú una ventaja estratégica decisiva para controlar el resto del Donbass, una región que se convirtió en un campo de batalla crucial durante los últimos años.
En este sentido, Pokrovsk es considerado como un nodo central de las líneas ferroviarias y de carreteras en el Donbass. Un ataque exitoso cortaría las rutas de suministro para las fuerzas ucranianas restantes en la región, permitiendo a las tropas rusas amenazar las posiciones ucranianas más al sur. Para Ucrania, los desafíos fueron significativos, ya que sus tropas retrocedieron en varias áreas durante las últimas semanas.
A lo largo de las líneas defensivas ucranianas que rodean Pokrovsk, dos líneas de fortificaciones, incluidas zanjas antitanques y trincheras, resultaron clave para frenar el avance ruso. Sin embargo, Rusia ajustó su estrategia, cambiando de un ataque frontal a un intento de rodear la ciudad mediante un movimiento hacia el sur, creando un “caldero” que amenaza con aislar a las tropas ucranianas entre Pokrovsk y Kurakhove.
El avance de Rusia más exitoso en meses
Expertos, citados por The New York Times, afirman que este avance fue el más exitoso de Rusia en el Donbass en meses, en contraste con sus logros en otras partes del frente oriental. La ofensiva en torno a Pokrovsk desplazó la línea del frente de manera significativa, mientras que otros ataques, como el prolongado asalto a Chasiv Yar, mostraron progresos limitados.
Pero lo cierto es que, a pesar de estos avances, el costo para Rusia resultó elevado, como fue el caso de la ofensiva general en el Donbass, que terminó siendo gradual y costosa, con fuertes bajas en ambos bandos. Mientras tanto, Ucrania intenta abrir un nuevo frente en la región de Kursk, dentro del territorio ruso, buscando obligar a Moscú a desviar sus tropas.
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Fuente: The New York Times