Las Armadas de Rusia y China continúan estrechando lazos, cooperación que recientemente se plasmó con el masivo ejercicio aeronaval Ocean 2024. Pese a que las actividades giraron en torno a las Fuerzas Armadas rusas, China también dijo presente con cuatro buques de guerra, los cuales operaron en formaciones combinadas con medios rusos.

Foto: MinDef Rusia

Ocean 2024 ha sido uno de los ejercicios navales más grandes que la Armada Rusa ha realizado en años, habiendo dispuesto la participación de más de 400 buques de guerra, submarinos y buques de apoyo, junto con 120 aviones navales y 90.000 efectivos de las flotas rusas del Norte, el Báltico y el Pacífico, además de la Flotilla del Caspio. Tal como mencionamos, la Armada del Ejército Popular de Liberación participó con cuatro buques, entre ellos el crucero Wuxi y el destructor Xining.

Los buques chinos y rusos conformaron un grupo de batalla en el Mar de Japón, ejecutando ejercicios antiaéreos, antisubmarinos y de remoción de minas. Bajo mando conjunto, la formación combinada desplegó sus capacidades para combatir amenazas aéreas, a la vez que se pusieron a prueba el rendimiento de los sistemas de lucha contra minas navales.

Conforme a lo detallado por el Ministerio de Defensa de Rusia, Ocean 2024 tuvo como principal objetivo “…evaluar las acciones de las autoridades militares de la Armada en todos los niveles, así como la preparación de las tripulaciones de los buques, las unidades de aviación naval y las tropas costeras de la Armada rusa para cumplir con sus tareas…”.

Foto: MinDef Rusia

La colaboración e intercambios entre las Fuerzas Armadas de China y Rusia se ha incrementado en los últimos años, sobre todo luego de la nueva invasión rusa a Ucrania. La cooperación no se ha limitado al ámbito naval, sino que las Fuerzas Aéreas de ambos países también han incrementado ejercicios combinados con sus bombarderos estratégicos y cazas. Estas aeronaves de combate operan en la región del Indo-Pacífico, incluso con vuelos muy próximos al territorio estadounidense en Alaska.

Uno de los recientes hitos fue el despliegue de bombarderos chinos en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Alaska, lo que marcó una primera vez para la Fuerza Aérea del Ejército de Liberación Popular de China. La presencia de las aeronaves orientales fue seguida de cerca por el sistema de vigilancia NORAD, obligando a EE.UU. y a Canadá a desplegar aviones de combate para interceptar y escoltar a los bombarderos.

Esta misma actividad es realizada ocasionalmente por Rusia, tal como sucedió este fin de semana luego de que el NORAD (North American Aerospace Defense Command) detectara la presencia de aviones de vigilancia rusos Il-38. Como es usual, se dispuso la presencia de cazas para mantener vigilancia sobre las aeronaves rusas, las cuales se limitaron a ingresar al ADIZ de Alaska.

La colaboración entre Moscú y Beijing también se ha trasladado al plano industrial, con el gigante asiático jugando un rol casi vital en la provisión de diverso material destinado a la producción de armamento. A cambio de esto, Rusia ha incrementado el traspaso de tecnología crítica, tanto aeroespacial como naval, así como en otros rubros.

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Redacción
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