El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, anunció que su país está preparado para retomar las negociaciones nucleares, aprovechando la oportunidad que ofrece la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Sin embargo, Araqchi dejó en claro que la reanudación de estas conversaciones dependerá de la disposición de las otras partes involucradas en el acuerdo nuclear firmado en 2015.

Este pacto, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), fue alcanzado entre Irán y seis potencias mundiales (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania). Según lo acordado, Irán reduciría sus actividades nucleares a cambio de un levantamiento gradual de las sanciones internacionales que pesan sobre su economía. No obstante, en 2018, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró a su país del acuerdo y reimpuso severas sanciones a la República Islámica, lo que generó un aumento de las tensiones entre Washington y Teherán.

Desde entonces, las negociaciones indirectas entre ambos países para restaurar el JCPOA se han estancado, y aunque Irán ha seguido siendo formalmente parte del acuerdo, ha reducido su cumplimiento en represalia a las sanciones impuestas por Estados Unidos.

Expectativas en la ONU

En un mensaje publicado a través de su canal de Telegram, Araqchi explicó que planea permanecer en Nueva York varios días más que el presidente iraní, con el objetivo de mantener reuniones con diversos ministros de Relaciones Exteriores. Según el canciller, estos encuentros estarían enfocados en generar las condiciones para reanudar las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.

“Estamos listos para una nueva ronda de conversaciones si las otras partes también lo están”, expresó Araqchi. Además, indicó que se han intercambiado mensajes a través de Suiza, mediador habitual entre Irán y Estados Unidos, lo que habría resultado en una “declaración general de disposición” para negociar. No obstante, advirtió que las actuales condiciones internacionales complican significativamente el posible reinicio de los diálogos, señalando que el escenario global es ahora “más difícil y complejo” que en ocasiones anteriores.

Relaciones tensas con Occidente

Uno de los principales obstáculos para la reanudación de las conversaciones nucleares es la profunda desconfianza que existe entre Irán y Estados Unidos. Araqchi enfatizó que no se reunirá con el Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y subrayó que no ve conveniente entablar ese tipo de diálogo en este momento. “En el pasado tuvimos encuentros, pero actualmente no existe el terreno adecuado para conversaciones directas”, afirmó el ministro iraní.

Desde la imposición de nuevas sanciones por parte de Estados Unidos durante la administración de Trump, Teherán ha rechazado cualquier negociación directa con Washington. En su lugar, ha optado por llevar a cabo intercambios a través de intermediarios europeos o de países árabes. Aun así, la creciente presión sobre la economía iraní debido a las sanciones sigue siendo un factor determinante para su voluntad de volver a la mesa de negociaciones.

Impacto de la geopolítica actual

El deterioro de las relaciones entre Irán y las potencias occidentales se ha intensificado en las últimas semanas debido a varios eventos clave. El continuo respaldo de Irán a Rusia en su invasión a Ucrania, así como su implicación en el apoyo a grupos armados como Hamás y Hezbolá en Medio Oriente, ha llevado a varios países occidentales a endurecer su postura con respecto a la posibilidad de levantar las sanciones o reanudar las negociaciones nucleares.

Por su parte, la administración de Joe Biden ha mostrado reticencias a reanudar las conversaciones con Irán en las actuales circunstancias. Aunque durante su campaña Biden había manifestado su intención de reingresar al JCPOA, la realidad geopolítica ha complicado este objetivo. La postura iraní, que exige el levantamiento de las sanciones como condición previa para cualquier avance en las negociaciones, y el creciente aislamiento diplomático de Teherán, hacen que el camino hacia un nuevo acuerdo sea cada vez más incierto.

En este contexto, la participación de Irán en la Asamblea General de la ONU representa una oportunidad diplomática para revaluar su posición y explorar posibles vías de acercamiento con las potencias mundiales. No obstante, con las actuales tensiones en aumento y las sanciones estadounidenses aún en vigor, el panorama de un acuerdo renovado sigue siendo incierto.

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Con información de: Arab News

Redacción
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