El 23 de septiembre de 2024, fuentes rusas informaron que Rusia ha tomado medidas para fortalecer su cooperación militar con Santo Tomé y Príncipe, lo que podría abrir nuevos puntos de acceso para la Armada rusa en el Atlántico.

El gobierno ruso presentó ante la Duma Estatal un acuerdo para su ratificación que establece la cooperación militar entre Rusia y la nación insular. Este acuerdo, firmado en abril de 2024, ya fue aprobado por la comisión jurídica.

El acuerdo incluye el intercambio de inteligencia y la colaboración en el ámbito militar, además de permitir el acceso de los buques de guerra rusos a los puertos de Santo Tomé y Príncipe para reabastecimiento y descanso. Este desarrollo es considerado estratégicamente importante debido a la escasez de puertos disponibles para la flota rusa a nivel global.

La creciente huella de Rusia en África parece no tener límites

En los últimos años, Rusia ha ampliado sus relaciones de defensa con naciones africanas, basándose en una combinación de intereses de seguridad, económicos y geopolíticos. Estos lazos se fortalecen a través de acuerdos de venta de armas, entrenamiento militar y la provisión de seguridad, particularmente mediante contratistas militares privados como el Grupo Wagner.

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Rusia ha firmado acuerdos de cooperación militar con 43 países africanos, ofreciendo desde entrenamiento de personal hasta el suministro de equipos militares. Esta cooperación ha aumentado especialmente en países con inestabilidad, golpes de Estado o que se han alejado de Occidente, como Malí, la República Centroafricana (RCA) y Sudán.

Un aspecto clave de la estrategia rusa es la falta de imposición de condiciones políticas, lo que la convierte en un socio atractivo para regímenes que priorizan la seguridad interna sobre las reformas democráticas. A diferencia de las potencias occidentales, que suelen vincular el apoyo militar a condiciones de gobernanza y derechos humanos, Rusia ha establecido una fuerte presencia en lugares como la RCA, donde el Grupo Wagner apoya al gobierno a cambio de acceso a recursos naturales valiosos, como el oro y los diamantes. De manera similar, tras los recientes golpes de Estado en Malí y Níger, estos países han comenzado a inclinarse hacia el apoyo militar ruso, alejándose de Francia y otras naciones occidentales.

La estrategia de Rusia en África también apunta a contrarrestar la influencia occidental, estableciendo puntos de apoyo estratégicos, como posibles bases navales, y expandiendo su presencia en regiones marítimas clave.

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Fuente: Army Recognition

Juan Ignacio Máscolo
Estudiante avanzado de Relaciones Internacionales (USAL). Coordinador del Observatorio de Política Internacional en el Centro de Estudios Estratégicos en Relaciones Internacionales (CEERI). Disertante para la Asociación de Estudios en Relaciones Internacionales Argentina (AERIA). Especialista en África, Estados Unidos y la economía internacional.

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