En su primera intervención ante la Asamblea General de la ONU, Javier Milei pronunció un discurso crítico hacia el organismo, argumentando que ha desviado sus principios originales y se ha convertido en un ente que promueve una “agenda ideológica global”, en particular a través de la Agenda 2030, la cual calificó como un “gobierno supranacional de corte socialista”.
Durante su discurso, Milei destacó el origen de la ONU, creada tras la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de evitar futuros conflictos globales, y elogió su rol en la creación de un foro internacional que permitió la cooperación entre naciones, incluyendo a las grandes potencias. Sin embargo, denunció que la ONU ha perdido el rumbo y se ha transformado en un “leviatán” que pretende decidir tanto sobre los Estados-nación como sobre la vida de sus ciudadanos.
En términos económicos, Milei cuestionó las políticas intervencionistas promovidas por la ONU, afirmando que obstaculizan el crecimiento y perpetúan la dependencia de los países menos desarrollados. Finalmente, concluyó su intervención anunciando que Argentina adoptará un papel más activo en la defensa de la libertad y se apartará de su histórica neutralidad en asuntos globales.
Después de su intervención, Milei escuchó el discurso del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien había cambiado su turno para evitar un cruce entre Milei y el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, responsable de los atentados a la AMIA y la embajada de Israel en Buenos Aires. Finalizado el discurso de Bukele, la agenda de Milei incluía encuentros bilaterales con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y la comisaria de la Unión Europea, Ursula von der Leyen.
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Fuente: Infobae