Este verano, cuando Medio Oriente estuvo al borde de un conflicto regional, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, se encontraba en un astillero en Asia. Durante su visita a la bahía de Subic en Filipinas, Israel eliminó a un líder de Hamás que estaba de visita en Irán. Este incidente desvió la atención de Austin hacia la región, que ha requerido constantes intervenciones del Pentágono para evitar una escalada mayor.
El despliegue prolongado de tropas y equipo en Medio Oriente está poniendo a prueba la capacidad de Estados Unidos para enfrentar futuros desafíos, especialmente en el Indo-Pacífico. Esta situación ha generado preocupación tanto en el Congreso como en el Departamento de Defensa, sobre cómo equilibrar las necesidades inmediatas con la preparación para otros conflictos potenciales, particularmente con China.
El Pentágono reconoce que, aunque han logrado evitar un conflicto más amplio, mantener esta postura tiene costos elevados, tanto en términos de personal como de equipo. Mientras la guerra en Gaza continúa y la situación sigue siendo crítica, el reto para Estados Unidos es gestionar estos recursos sin comprometer su capacidad de respuesta en otras partes del mundo.
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Fuente: Defense News