En una operación coordinada por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), se confirmó la muerte de Hasan Nasrallah, líder del grupo terrorista Hezbolá, junto con otros altos mandos de la organización. Según fuentes militares, el ataque tuvo lugar en la tarde del viernes, cuando cazas israelíes bombardearon un cuartel general subterráneo de Hezbolá, ubicado en los suburbios del sur de Beirut, conocido como el Dahiyeh. Tras consultas con Escenario Mundial, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Roni Kaplan, confirmó la muerte de Hasan Nasrallah, líder de Hezbolá, y brindó detalles de la operación aérea que lo abatió en Beirut, además de detallar los próximos pasos a seguir por parte de las fuerzas israelíes en el frente norte.
La operación, denominada “Nuevo Orden”, fue producto de años de recopilación de inteligencia y un seguimiento meticuloso de las actividades de Nasrallah. Roni Kaplan, detalló para Escenario Mundial que “se trató de una operación precisa de inteligencia y de la Fuerza Aérea. Con aviones cazas llegamos a ese punto; teníamos identificado dónde están los cuarteles generales de Hezbolá. No estoy seguro si Hezbolá sabía que nosotros sabíamos dónde estaban, pero claramente no lo esperaban. Estaban debajo de edificios civiles, lo que muestra cómo Hezbolá se esconde detrás de la población civil, lo que constituye un crimen de guerra”.
El cuartel bombardeado albergaba a los principales líderes del grupo, entre ellos Ali Karaki, comandante del denominado Frente Sur de Hezbolá, quien también falleció en el ataque. Este ataque marca un importante punto de inflexión en el prolongado conflicto que enfrenta a Israel con Hezbolá y otros grupos armados en la región.
Contexto de la operación
La muerte de Nasrallah ocurre en un momento crítico para la seguridad de Israel, en medio de un conflicto que ya lleva más de un año. Hezbolá, respaldado por Irán, ha lanzado repetidamente ataques contra el norte de Israel desde el sur de Líbano, en particular desde el 8 de octubre, apenas un día después de la masacre perpetrada por Hamás en el sur de Israel, que dejó un saldo de más de 1.200 muertos y 251 rehenes. Desde entonces, Hezbolá ha disparado cohetes de largo alcance y misiles balísticos hacia Tel Aviv y otras zonas israelíes, elevando la tensión en toda la región.
El jefe del Estado Mayor de las FDI, el teniente general Herzi Halevi, subrayó la importancia de este golpe, afirmando que “este no es el final de nuestras acciones. El mensaje es claro: a cualquiera que amenace a los ciudadanos del Estado de Israel, sabremos cómo llegar a él”. Por su parte, Kaplan agregó que las fuerzas israelíes “seguirán golpeando a Hezbolá con mayor intensidad mientras no se retiren del sur del Líbano”.
Hezbolá y la respuesta internacional
Fundado en 1982 con apoyo de la Guardia Revolucionaria iraní, Hezbolá ha sido uno de los actores más relevantes en la resistencia armada contra Israel. Bajo el liderazgo de Nasrallah, el grupo ganó influencia tanto a nivel local como regional, siendo considerado un brazo armado clave en los intereses de Irán en la región. La organización ha sido responsable de múltiples ataques contra Israel, y su participación en el conflicto actual ha exacerbado las tensiones en Medio Oriente.
Tras la confirmación de la muerte de su líder, Hezbolá emitió un comunicado donde declaró que “Sayyed Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbolá, se ha unido a sus grandes camaradas mártires a los que dirigió durante más de 30 años”. Asimismo, reafirmaron su compromiso de continuar la lucha contra Israel, afirmando que sus esfuerzos seguirán “en defensa de Gaza y Palestina, y en apoyo del Líbano”.
La comunidad internacional ha seguido con atención este suceso. Si bien se espera que la muerte de Nasrallah sea un golpe devastador para Hezbolá, expertos señalan que el grupo aún conserva gran parte de su arsenal y estructura operativa.
Perspectivas futuras
La operación de Israel contra Nasrallah y la cúpula de Hezbolá representa una escalada importante en el conflicto, que podría generar represalias por parte del grupo libanés. Sin embargo, la precisión de los ataques y la eliminación de sus principales líderes debilitan considerablemente la capacidad de coordinación de Hezbolá, lo que podría alterar el curso de la guerra.
Israel, por su parte, ha reiterado que continuará atacando las posiciones estratégicas de Hezbolá hasta garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Con respecto a los objetivos de las operaciones en el frente norte, Kaplan enfatizó: “Nosotros vamos a seguir golpeando a Hezbolá cada vez más y cada vez con más intensidad, en la medida que no se retiren de la zona del sur del Líbano, y que eso no le permita a nuestra población civil tener las condiciones para regresar de forma segura a sus ciudades, de los cuales están desplazados, siendo refugiados en su propio país ya desde el 8 de octubre, tiempo en el cual Hezbolá comenzó a atacar Israel, en momentos en los cuales Israel estaba sanando o desanando de la masacre de Hamás del 7 de octubre”.
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