Ante las dificultades de los socios de Ucrania por obtener fondos, el suministro de ayuda militar para el próximo año se encuentra en riesgo. Ante esto, el gobierno ucraniano está luchando por convencer a sus aliados occidentales de que cumplan con sus compromisos mientras enfrenta su tercer invierno completo desde la invasión rusa en 2022.

La lucha de Ucrania por conseguir fondos

Ucrania está luchando por convencer a sus aliados occidentales de que cumplan con sus compromisos mientras enfrenta su tercer invierno completo desde la invasión rusa en 2022, afirmaron estas fuentes, que pidieron anonimato por tratarse de negociaciones privadas. Por otro lado, el esfuerzo bélico de Moscú está superando la capacidad de Ucrania para adquirir municiones, misiles y otros equipos que necesita con urgencia para su defensa.

Esto refleja que la economía de Rusia está enfocada en la guerra, a diferencia de los aliados de Ucrania, según una de las personas, que habló bajo condición de anonimato. Buena parte del apoyo militar a Ucrania para 2025 depende de un acuerdo con el Grupo de los Siete, que contempla proporcionar 50.000 millones de dólares en préstamos, generados por las ganancias de los activos congelados del banco central ruso.

Los aliados aún discuten los detalles finales de dicho acuerdo, mientras que Estados Unidos busca garantías de que Hungría no obstaculice las medidas de la Unión Europea. Sin embargo, la cifra final podría ser insuficiente si no se logra un consenso. Incluso si se llega a un acuerdo, los 50.000 millones de dólares no cubrirían completamente las necesidades de Ucrania durante otro año de guerra, por lo que los aliados tendrían que buscar alternativas de financiación adicionales, según indicaron las fuentes.

El presidente Volodímir Zelenski está en Estados Unidos esta semana presentando un “plan de victoria” al presidente Joe Biden. Este plan se basa en garantías de seguridad, como una invitación a unirse a la OTAN, lo que Zelenski considera crucial para aumentar la presión sobre Vladímir Putin y poner fin al conflicto.

La dependencia del ejército ucraniano de Occidente

No obstante, el impulso para conseguir más ayuda se ha visto opacado por la fricción con el candidato republicano Donald Trump, quien criticó a Zelenski pero luego accedió a reunirse con él. Trump ha insinuado que Ucrania debería negociar un acuerdo con Moscú, cuyas fuerzas han logrado avances devastadores en la región de Donetsk y han golpeado duramente la infraestructura energética de Ucrania.

Estos problemas se ven agravados por un déficit financiero. El gobierno ucraniano anticipa un déficit presupuestario del 19% del PIB en 2025, lo que representa unos 35.000 millones de dólares, según el primer ministro Denys Shmyhal el mes pasado.

Más de la mitad de esa cantidad provendría de la ayuda del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea, dejando un déficit de 15.000 millones de dólares, que podría necesitar algunos de los préstamos del G-7 para ser cubierto, según indicaron funcionarios.

Por otra parte, 50.000 millones de dólares que el G-7 está preparando serían aproximadamente el equivalente al apoyo militar que Estados Unidos y sus principales aliados europeos brindaron entre enero de 2023 y junio de este año. En ese periodo, Estados Unidos aportó unos 31.500 millones de euros, mientras que Alemania, el Reino Unido, Francia e Italia sumaron unos 15.700 millones de euros, según datos del Instituto Kiel.

Es posible que esas cifras no incluyan todo el apoyo militar proporcionado a Ucrania, ya que algunos países no revelan toda la ayuda que brindan. En otros casos, las promesas aún no se han cumplido. El ejército ucraniano depende de la ayuda de sus aliados en municiones de artillería, misiles y sistemas de defensa aérea.

La crisis de financiamiento en pleno proceso electoral estadounidense

La inminente crisis de financiamiento entre los aliados llega en un momento crítico para Ucrania y podría obligar a Kiev a negociar desde una posición de desventaja, advirtieron las fuentes. El próximo año será especialmente importante, ya que la economía de Rusia podría empezar a enfrentar una mayor presión en 2026, lo que podría erosionar la creencia de Putin de que el tiempo juega a su favor, según la evaluación de un gobierno europeo.

Sin embargo, esto depende de que las elecciones en Estados Unidos en noviembre, en las que Trump compite con la vicepresidenta Kamala Harris, no cambien la dinámica del conflicto antes de esa fecha.

Mientras tanto, Moscú, impulsado por los envíos de Irán y Corea del Norte, sigue destinando una gran parte de sus fondos al esfuerzo bélico. Rusia planea gastar 13,2 billones de rublos (142.000 millones de dólares) en defensa en 2025, lo que representa el 6,2% de su PIB. Se espera que el gasto en defensa y seguridad consuma cerca del 40% del presupuesto total de Rusia en 2025. Los aliados europeos de Ucrania, por su parte, enfrentan sus propias limitaciones fiscales.

El gobierno del canciller Olaf Scholz está limitado por restricciones constitucionales sobre la deuda y ha reducido el financiamiento directo a Kiev. Francia tiene un nuevo gobierno tras un periodo electoral complicado y está bajo presión de la UE para reducir su déficit. En Italia, la coalición de la primera ministra Giorgia Meloni está atada a compromisos de gasto.

Las negociaciones concretas en Bruselas sobre un nuevo presupuesto de la UE, así como cualquier discusión sobre préstamos conjuntos para aumentar el gasto en defensa por cientos de miles de millones de euros, probablemente deberán esperar hasta después de las elecciones en Alemania, según las fuentes.

Persistencia de los compromisos de la OTAN

El apoyo del Reino Unido, un aliado firme que ha sido pionero en proporcionar armamento avanzado, también parece haber disminuido recientemente, según un funcionario familiarizado con la situación. El primer ministro Keir Starmer ha advertido a los votantes de tiempos difíciles por venir, mientras busca frenar el gasto, aunque también aseguró en la ONU que el apoyo de Gran Bretaña a Ucrania es “inquebrantable”.

A pesar de todo, los compromisos de los aliados de la OTAN continúan. Biden anunció casi 8.000 millones de dólares en nueva ayuda militar para Ucrania el jueves y planea convocar una reunión con líderes de los aliados clave para coordinar más apoyo durante su visita a Alemania el próximo mes.

El anuncio, que coincidió con la visita de Zelenski a la Casa Blanca, indicó que Biden ha ordenado al Pentágono asignar el resto total de la asistencia a Ucrania antes del final de su mandato. El Departamento de Defensa también está preparando un paquete inicial que incluye sistemas adicionales de defensa aérea, drones y municiones.

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Redacción
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