Impulsados por la preocupación sobre el poder de China en la producción de drones a gran escala, empresas y funcionarios estadounidenses y taiwaneses están colaborando en la fabricación de vehículos aéreos y marítimos que podrían ser clave para la defensa de Taiwán. Durante varios días de reuniones en Taiwán, que terminarán el miércoles y se han realizado en privado, más de 24 empresas estadounidenses de drones y tecnología antidrones se han reunido con compañías taiwanesas en busca de conocimientos y clientes en EE. UU.
La misión comercial, organizada por la Administración de Comercio Internacional de Estados Unidos, destaca la creciente inquietud por el dominio de China en la fabricación de drones comerciales. Los drones militares representan un riesgo potencial para las defensas de Taiwán ante una incursión o ataque chino, país que considera la isla parte de su territorio. Para contrarrestar ese riesgo, Taiwán planea aumentar su flota de drones militares.
Wellington Koo, ministro de Defensa de Taiwán, destacó que ambas partes están explorando capacidades complementarias para integrarse en la cadena de suministro global. La delegación estadounidense incluyó a representantes de Northrop Grumman y otras empresas que desarrollan drones submarinos, tecnología de detección de drones, y otros vehículos aéreos no tripulados.
Aún así, este proyecto conlleva grandes desafíos
Sin embargo, existen desafíos que podrían limitar la ambición de Taiwán de desempeñar un rol importante en la producción de drones. EE. UU. fabrica la mayoría de sus drones militares a través de contratistas de defensa. Además, los pequeños fabricantes taiwaneses podrían enfrentar dificultades para financiar la expansión de la producción sin mayor apoyo gubernamental, y deben cumplir estrictos controles de seguridad para proveer componentes para los drones militares estadounidenses.
A pesar de estos riesgos, el interés compartido en contrarrestar la tecnología militar de China sigue impulsando la colaboración entre empresas de ambos países. La cooperación en defensa puede enviar un mensaje claro al Partido Comunista Chino de no precipitarse en un conflicto con Taiwán.
El mercado de drones en China, dominado por DJI, sigue siendo un desafío para las empresas taiwanesas, que tienen dificultades para crecer sin suficiente demanda. El acceso a más pedidos de EE. UU., tanto comerciales como de defensa, podría ayudar a superar este obstáculo. AeroVironment, que forma parte de la misión comercial, subrayó la importancia de apoyar la industria de drones de Taiwán, y en junio obtuvo la aprobación para vender hasta 720 drones Switchblade a Taiwán.
El Ministerio de Defensa de Taiwán planea adquirir 7.700 drones en los próximos años, pero recurrir a Taiwán para más piezas podría aumentar los costos. La capacidad de reducir la dependencia de proveedores chinos será clave en este proceso, y dependerá en gran medida de la voluntad política del gobierno.
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Fuente: The New York Times