El presidente argentino, Javier Milei, anunció su primera visita oficial a China, programado para enero de 2025, en el marco de la cooperación entre la nación asiática y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Esta decisión marca un punto de inflexión en la política exterior del mandatario, quien, durante su campaña presidencial, había sido un ferviente crítico del régimen comunista chino. Sin embargo, en sus primeras semanas de gestión, el tono de Milei hacia China ha cambiado significativamente, impulsado por las necesidades económicas del país.
En una entrevista reciente con Susana Giménez, Milei destacó la importancia de China como socio comercial. “China es un socio comercial muy interesante, no exigen nada, lo único que piden es que no los molesten”, afirmó el presidente, revelando además que participará en el foro de cooperación entre China y la CELAC en enero próximo. Este encuentro se vislumbra como una oportunidad clave para fortalecer los lazos diplomáticos y económicos entre Argentina y la potencia asiática.
Un giro pragmático en la política exterior
El cambio en la postura de Milei hacia China resulta llamativo. Durante su campaña electoral en 2023, el entonces candidato había sido categórico al rechazar cualquier tipo de relación con regímenes comunistas, incluidas naciones como Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Nicaragua y, específicamente, China. “Nosotros no hacemos pactos con comunistas”, había sentenciado en reiteradas ocasiones.
Sin embargo, las urgencias económicas que enfrenta Argentina parecen haber llevado al presidente a moderar su postura. Una de las prioridades de su gobierno es la renovación del swap de monedas con China, que representa un crédito de 5.000 millones de dólares crucial para mantener las reservas del Banco Central y evitar una crisis cambiaria. Este swap, acordado durante la administración anterior, debe ser renovado en junio de 2025, y su continuidad es vital para la estabilidad económica del país.
La influencia de su equipo económico
El cambio de rumbo en la política exterior de Milei ha sido asesorado por su equipo económico, encabezado por Santiago Bausili, presidente del Banco Central, y Luis Caputo, ministro de Economía. Ambos funcionarios han subrayado la importancia de mantener una relación fluida con China no solo por el swap, sino también por la posibilidad de atraer inversiones directas que permitan a Argentina superar su delicada situación financiera.
En este contexto, Milei ha optado por adoptar una postura más prudente con respecto a China, evitando las críticas ideológicas que, en cambio, ha dirigido a otros líderes internacionales, como el presidente español Pedro Sánchez. Esta estrategia quedó en evidencia durante su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde Milei evitó mencionar a China, en contraste con los señalamientos hacia otros gobiernos con los que mantiene desacuerdos.
La diplomacia argentina en China
Mientras Milei prepara su viaje, su hermana Karina Milei, quien se desempeña como secretaria general de la Presidencia y responsable de la Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones, será la primera en abrir el camino diplomático con China. Karina tiene previsto participar en la Exposición Internacional de Importaciones que se celebrará en Shanghái a partir del 5 de noviembre de 2024. Este será su primer viaje oficial al extranjero en su nuevo rol, y se espera que el encuentro fortalezca los lazos comerciales y fomente la llegada de inversiones chinas al país.
Con este giro diplomático, la administración Milei busca consolidar una relación estratégica con China que permita no solo la renovación del swap, sino también la apertura de nuevas oportunidades de inversión en sectores clave de la economía argentina. La relación con el gigante asiático, que Milei describió como “gratamente sorprendente”, se proyecta como un pilar fundamental en la estrategia del gobierno para enfrentar los desafíos económicos que atraviesa el país.
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