El asesinato de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, a manos de Israel en Beirut, dejó a Irán en una suerte de encrucijada. Aunque muchos predijeron una escalada inmediata de hostilidades, expertos y funcionarios afirman que la respuesta iraní podría inclinarse por una reconstrucción de su red de aliados en la región, en lugar de una represalia militar directa con Israel.
En los últimos años, la capacidad de Irán para reaccionar ante los ataques israelíes ha sido limitada por la presencia militar de Estados Unidos en Medio Oriente y la superioridad militar de Israel. Mohammad Javad Zarif, exministro de Asuntos Exteriores de Irán, destacó recientemente que la respuesta será “apropiada” y “a nuestra propia discreción”, lo que sugiere una acción medida y calculada.
Sin embargo, la pérdida de Nasrallah es un duro golpe para Irán, similar a la muerte del general Qassem Soleimani en 2020. Ambos líderes eran figuras clave en la estrategia iraní para mantener su influencia en la región mediante grupos aliados como Hezbolá. A esto se suman las crecientes dudas planteadas por expertos respecto a las limitadas capacidades de Irán para responder a Israel.
¿Irán tiene la capacidad para responder a Israel?
En este sentido, sostienen que el bombardeo contra líderes y miembros de Hezbolá volvió a poner en evidencia las limitaciones de Irán cuando intenta responder a Israel. Aunque en abril Teherán lanzó un ataque con misiles que fue interceptado por Israel con el apoyo de sus aliados, esa fue hasta ahora la única reacción iraní, a pesar de las advertencias de sus comandantes sobre una posible represalia “contundente” o “severa”. Esto sembró dudas sobre si Irán realmente tiene la capacidad de cumplir con sus amenazas.
¿Buscará reconstruir sus capacidades militares?
Analistas de Bloomberg, sugieren que en lugar de intensificar el conflicto, Irán buscará proteger lo que queda de Hezbolá en Líbano y reconstruir sus capacidades militares. Según Wali Nasr, ex asesor del Departamento de Estado de EE.UU., la prioridad de Teherán es la disuasión. “No se trata de vengar a Nasrallah, sino de reconstruir su posición”, indicó Nasr.
Por su parte, Barbara Slavin, miembro del Centro Stimson, un grupo de expertos del Departamento de Estado de Estados Unidos, afirmó: “Está muy claro que Irán está algo aturdido por todo esto y necesita tiempo para reagruparse”. Optando por seguir la misma línea que apuesta por la paciencia estratégica de Teherán.
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Fuente: Bloomberg