Las interacciones entre aeronaves de combate de EE.UU. y Rusia vuelven encender las alarmas luego de que un caza ruso pusiera en riesgo un vuelo de vigilancia sobre aguas próximas a Alaska, maniobra que fue denunciada por autoridades estadounidenses como “…insegura, poco profesional…”.

NORAD

Conforme a lo informado por el titular del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD), General Gregory Guillot, el pasado 23 de septiembre de 2024, “…un avión del NORAD interceptó de forma segura y disciplinada un avión militar ruso en Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Alaska. La conducta de un Su-35 ruso fue insegura, poco profesional y puso en peligro a todos, algo que no se ve en una fuerza aérea profesional…”.

En las imágenes y video difundidos por el NORAD se aprecia como el caza ruso realiza una peligrosa maniobra, conocida en la jerga aeronáutica como “Headbutting”, cortando delante y a través de la trayectoria del F-16 de la Fuerza Aérea de EE.UU. Los aviones de combate norteamericanos fueron desplegados para interceptar, identificar y escoltar dos bombarderos de largo alcance ruso Tu-95MS y dos Su-35, los cuales “…permanecieron en el espacio aéreo internacional y no entraron en el espacio aéreo soberano estadounidense o canadiense. Esta actividad rusa en la ADIZ de Alaska se produce con regularidad y no se considera una amenaza…”, detalló en su gacetilla el NORAD.

Sin embargo la maniobra excesivamente insegura del caza ruso Su-35 obligó a las autoridades de EE.UU. a denunciar nuevamente este tipo de actividades, las cuales conllevan un gran riesgo ya que en caso de colisión, las tripulaciones seguramente se verían obligadas a abandonar sus aviones sobre las gélidas aguas próximas a Alaska. Pese a que la Fuerza Aérea de EE.UU. suele coordinar las maniobras de intercepción con medios aéreos y navales para Búsqueda y Rescate, una colisión aérea no deja mucho espacio de maniobra para una respuesta en caso de que los pilotos deban caer en el mar.

Pese a que desde el NORAD no se le ha dado mayor importancia a la presencia de bombarderos y casas rusos, solo por la maniobra riesgosa del Su-35, la intercepción de aeronaves rusas en las adyacencias de Alaska se ha incrementado en los últimos meses. En estos últimos meses también se registró la presencia de bombarderos H-6 de China, lo que constituyó una primera vez en lo que es la disputa entre ambas potencias por los espacios del Indo-Pacífico.

Foto: NORAD

Desde hace tiempo, aviones de combate de Rusia y China viene elevando la apuesta contra aeronaves de EE.UU. o de países aliados. Lo que en la época de la Guerra Fría se consideraba como usual, actualmente se mide con otros parámetros. Sin embargo, esto no significa que los pilotos chinos o rusos no hayan realizado maniobras de alto riesgo, consideradas innecesariamente inseguras para los estándares actuales. Un fallo en los cálculos, los cuales se reducen al mínimo, podrían generar un incidente de consecuencias inesperadas.

Con Moscú dispuesto a ampliar su presencia en la zona del Ártico y con China expandiendo sus espacios de operaciones, la Fuerza Aérea de EE.UU. y de Canadá, que operan en conjunto para atender los requerimientos del NORAD, seguramente verán un incremento en estos vuelos de intercepción y escolta, tal como ha sucedido en otras latitudes. Y con las relaciones cada vez más tensas, todas las partes deberán estar atentas a los fines de evitar un incidente a todas vistas evitable.

Imagen de portada: NORAD

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Redacción
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