Presentado por el periodista especializado en defensa Alex Gatopoulos, un análisis examina si en los últimos años el Ejército de Rusia ha mejorado a tal nivel de poder enfrentarse a las fuerzas de la OTAN. Entre algunas de las premisas más importantes se sostiene que desde el comienzo de la guerra Rusia ha aprendido y mejorado en sus capacidades, algo que ha resaltado la posibilidad de un futuro conflicto entre Rusia y la OTAN.
Ejército
Cómo primer punto a analizar, el autor recorre la expansión de la fuerza terrestre sugiriendo que si bien el Ejército ruso ha crecido rápidamente debido a la guerra en Ucrania, pero este aumento en cantidad no ha sido acompañado por una mejora en la calidad. La falta de entrenamiento adecuado y la escasez de equipo han hecho que Rusia depende de su superioridad numérica para desgastar al ejército ucraniano. A lo largo del conflicto, Rusia ha aprendido que sus tropas mejor preparadas deben reservarse para las ofensivas, mientras que las de menor calidad se utilizan en defensa, como ha sido evidente en las líneas defensivas en el sur de Ucrania que han ralentizado la contraofensiva ucraniana.
Las unidades de élite rusas, como la infantería de marina, las tropas aerotransportadas VDV y las fuerzas especiales Spetsnaz, han sido priorizadas con mejor equipamiento y formación, y han ampliado sus filas.
Aunque los tanques se consideraban obsoletos antes del conflicto, han sido fundamentales tanto para Rusia como para Ucrania. Sin embargo, las pérdidas rusas han sido significativas, superando los 8,000 tanques según Kiev. Rusia ha recurrido a la producción de modelos antiguos reacondicionados y la fabricación de nuevos tanques T-90 ha sido lenta. A pesar de la modernización de su economía hacia el esfuerzo bélico, el ejército ruso sigue operando con tanques de varias décadas de antigüedad.
En cuanto a innovaciones, Rusia ha integrado drones en sus operaciones, lo que ha mejorado su capacidad para detectar y atacar a las fuerzas ucranianas en tiempo real. Además, sus unidades de guerra electrónica han sido efectivas en interferir las comunicaciones ucranianas y engañar a los drones enemigos, dificultando las operaciones ofensivas ucranianas. Aunque han logrado avances en tierra, Rusia sigue enfrentando desafíos en el dominio aéreo.
Fuerza Aérea
En cuanto a la Fuerza Aérea de Rusia, el autor explica que es quizás la más débil de las fuerzas armadas, ya que su rendimiento ha sido pobre por mala doctrina y la pérdida de sistemas que han sido difícilmente de reemplazar. Menciona también que a diferencia de los ejércitos occidentales, la fuerza aérea rusa no está entrenada para campañas aéreas estratégicas, enfocándose solo en apoyar a las unidades terrestres cuando es necesario. A pesar de ser al menos cuatro veces más grande que la ucraniana, fue incapaz de destruir aeródromos, depósitos de municiones y sitios de radar en las primeras horas de la invasión.
Para de alguna manera contrarrestar esta debilidad, Rusia se la ha visto utilizado dos maneras de cubrir la falta de capacidades. En ese sentido, ha usado misiles de largo alcance, lo que ha dejado como resultado la penetración de las defensas aéreas de Ucrania, cómo así también drones.
Armada
La guerra ha afectado a todas las ramas del ejército ruso, y su marina no es una excepción. La flota del Mar Negro ha visto hundirse sus barcos y submarinos, su cuartel general ha sido destruido y sus comandantes han sido asesinados. Sin embargo, la marina rusa sigue siendo una fuerza potente, a salvo en sus puertos del norte y del este, fuera del alcance de los misiles y drones ucranianos. Su fuerza submarina es vasta y forma una parte clave de la disuasión nuclear rusa.
¿Puede Rusia enfrentarse a la OTAN?
Más allá de lo explicado hasta aca, Rusia está planeando mantener su gasto en defensa en niveles récord para el año 2025 con solo pequeñas reducciones previstas en los dos años posteriores. Se estima que para ese año el gasto en defensa nacional y seguridad interna representará aproximadamente el 40% del presupuesto total de Rusia, ya que Putin sigue encaminando la economía hacia un estado de guerra, en medio del tercer año de la invasión a Ucrania.
A pesar de todo ello, Alex Gatopoulos concluye que Rusia aún no se encuentra preparada para enfrentarse a las fuerzas de la OTAN, considerando que los miembros de la alianza han aumentado los gastos en defensa, cómo así también la formación y el equipamiento de sus tropas.
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