Nueve buques de la Armada de Rusia y de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China están realizando una patrulla combinada en aguas del Pacífico Norte. Estas operaciones iniciaron luego de que ambas Fuerzas finalizaran el ejercicio naval Norte/Interacción 2024, ocasión en la cual se ejecutaron diversos adiestramientos relacionados con la lucha contra submarinos.
Conforme a lo informado por el Ministerio de Defensa de China, está previsto que durante las patrullas combinadas, los buques de Rusia y de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China llevarán a cabo una serie de ejercicios de entrenamiento y combate, incluidas operaciones de guerra antisubmarina y rescate marítimo. La cartera de Defensa también detalló que las unidades participantes incluyen los destructores de la Armada rusa “Admiral Panteleyev” y “RFS “Admiral Tributs”, así como las corbetas MPK-107, MPK-82 y Smerch. Por su parte, la Armada China dispuso la presencia de los destructores “Wuxi”, “Xining”, la fragata “Linyi” y un buque petrolero “Taihu”.
Días previos, algunos de los buques mencionados habían llevado adelante intensas ejercitaciones que tuvieron lugar en el Mar de Japón y el Mar de Okhotsk. Este despliegue naval, que comenzó el pasado 10 de septiembre, mostró el trabajo combinado y los altos niveles de cooperación que han alcanzado ambos países en los últimos años. Medios aéreos y navales operaron en las cercanías a Japón, situación que encendió las alarmas ya que semanas previas se había registrado la violación del espacio aéreo territorial japonés con la presencia de un avión de guerra electrónica chino Shaanxi Y-9Z, perteneciente a la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación.
La presencia de los buques de China y Rusia no pasará desapercibida para EE.UU., ya que la Armada estadounidense también cuenta con unidades navales operando en aguas del Pacífico Norte, presencia usual que forma parte del sistema de alerta temprana y defensa dispuesto por las Fuerzas Armadas en la región.
Vale destacar que China y Rusia también han realizado recientemente patrullas combinadas en aguas del Ártico, despliegue en el cual participaron buques de las Guardias Costeras de ambos países. Desde Pekín se detalló que el ejercicio puso a prueba al personal en cómo hacer frente a las amenazas a la seguridad de las fuerzas del orden marítimo, la interceptación de buques sospechosos de criminalidad, el rescate marítimo y la extinción de incendios. Las actividades combinadas iniciaron el pasado 21 de septiembre.
El creciente interés por las aguas del Ártico y Pacífico Norte se debe al interés de China de trabajar junto a Rusia en el plan “Ruta de la Seda Polar” diseñado por Pekín, iniciativa que busca aprovechar diversas oportunidades que podrían surgir por el cambio climático que está afectando a la región.
China está dirigiendo su interés al Pasaje del Noroeste del Ártico, el cual une los océanos Atlántico y Pacífico. La limitación de esta ruta es que está abierto una parte del año, sin embargo los efectos del cambio climático incrementan la posibilidad de que se pueda sostener una ruta marítima permanente, con los beneficios que esto significaría para el tránsito de buques mercantes entre Asia y Europa.
Estas intenciones son consideradas por EE.UU. y demás aliados, ya que la misma viene asociada con una notable presencia militar, tal como se ha apreciado en los últimos años. Todos los actores intervinientes están jugando sus cartas, con una clara alianza entre Rusia y China marcada por la dinámica actual, la cual se sostiene en la búsqueda de metas comunes. Tanto en el ámbito militar como comercial.
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