Israel lanzó una serie de ataques aéreos contra objetivos en la costa oeste de Siria, cerca de la base aérea Hmeimim, perteneciente a Rusia. El bombardeo, que tuvo lugar en la madrugada de este jueves, estuvo acompañado por la activación de los sistemas de defensa aérea tanto sirios como rusos, según informes locales. Si bien no está claro si se atacó alguna instalación militar específica, las especulaciones apuntan a un posible depósito de municiones ruso.
En este sentido, medios sirios informaron que Israel llevó a cabo un bombardeo en la base aérea rusa de Hmeimim, en Siria, aproximadamente una hora después de que un avión de la aerolínea iraní “Qeshm” aterrizara en la zona. El ataque estuvo dirigido contra instalaciones militares en la provincia de Latakia, incluyendo un depósito en la base de Hmeimim, aunque no afectó las pistas ni las torres de control de la base o del aeropuerto civil de Latakia. El bombardeo, realizado entre las 3:55 y las 4:41 de la mañana, incluyó el lanzamiento de treinta misiles desde barcos de guerra. Posteriormente, aviones rusos patrullaron la zona para inspeccionar los daños.
Por otra parte, el canal de la Resistencia Islámica en Telegram, informó que los sistemas de defensa interceptaron decenas de misiles en Latakia, Jableh y Tartus, zonas estratégicas tanto para Siria como para Rusia. El canal también afirmó que, con el apoyo del Ejército ruso, se interceptaron varios proyectiles cerca de Hmeimim, donde se encuentra una base aérea rusa.
Israel amplía su ofensiva aérea
Estos ataques forman parte de una campaña más amplia de Israel, que intensificó su ofensiva aérea en Siria, Líbano y Gaza. El objetivo principal es limitar la influencia de Irán en la región y cortar las rutas de suministro de armamento avanzado hacia Hezbolá. Esta estrategia impulsó a Israel a realizar bombardeos coordinados en diversas partes de Oriente Medio, escalando las tensiones en la región.
Mientras que Rusia, que tradicionalmente evitó involucrarse directamente en los ataques aéreos israelíes, mostró una postura más activa en los últimos meses, especialmente en la defensa de sus activos estratégicos en Siria. En septiembre, las fuerzas rusas interceptaron y derribaron varios misiles israelíes en Tartus, lo que señala un cambio en la dinámica de intervención.
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Fuente: Defense Mirror