Claudia Sheinbaum, la primera mujer en asumir la presidencia de México con un amplio respaldo, enfrenta una serie de complejos desafíos tanto a nivel doméstico como externo. Su gobierno inicia con una economía en desaceleración, crecientes tensiones con Estados Unidos y la amenaza constante del narcotráfico, especialmente en el estado de Sinaloa, donde las disputas entre cárteles dejó un saldo alarmante de víctimas.
En este sentido, Andrés Manuel López Obrador, su predecesor, deja un legado controvertido. A nivel doméstico, uno de los mayores desafíos que enfrenta Sheinbaum será cómo manejar el creciente déficit de México, que alcanzó casi el 6% del PIB, y la crítica situación financiera que atraviesa Pemex, la petrolera estatal.
Otro de los temas más urgentes que deberá abordar la presidenta mexicana es la inseguridad. La creciente influencia de los cárteles no solo en el narcotráfico, sino en actividades ilícitas como el robo de petróleo y la extorsión, representa una amenaza latente para la estabilidad del país. Analistas de seguridad advierten que la violencia en Sinaloa podría extenderse a otras regiones, lo que requerirá una estrategia integral por parte del gobierno para frenar la expansión de estas organizaciones.
A nivel externo, particularmente en lo que respecta a las relaciones con Estados Unidos, Sheinbaum enfrenta un panorama delicado. Aunque México es el principal socio comercial de EE.UU., las fricciones aumentaron debido a la reforma judicial impulsada por López Obrador, que genero preocupaciones en Washington. La administración Biden mostró inquietud por el impacto de esta reforma en la democracia mexicana, lo que podría afectar futuras inversiones y la cooperación en temas críticos como la seguridad fronteriza y el narcotráfico.
Sheinbaum asegura una continuidad de las políticas de López Obrador en México
A pesar de los desafíos, Sheinbaum prometió dar continuidad a algunos de los programas populares de López Obrador, como los apoyos económicos a las clases trabajadoras y a los más vulnerables. Sin embargo, su enfoque más científico y orientado a los datos, que la caracterizó como alcaldesa de Ciudad de México, será clave para implementar políticas efectivas, especialmente en áreas como la transición hacia energías renovables, una de sus principales prioridades.
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Fuente: The Washington Post