Rusia continúa evadiendo cientos de sanciones de EE.UU. impuestas contra diferentes entidades, individuos y empresas de la oligarquía rusa. Desde la utilización de componentes fabricados en EE.UU. en armas usadas contra Ucrania hasta la difusión de propaganda a millones de personas en todo el mundo mediante una compañía basada en EE.UU., el Kremlin representa una seria amenaza para la seguridad global. ¿Cómo hace entonces el gobierno ruso para lograrlo?
Nuevas sanciones de EE.UU. y aliados contra Rusia
Ucrania impuso recientemente nuevas sanciones contra Irán y Rusia. El decreto, firmado por el presidente Zelenskyy el 24 de septiembre de 2024, se dirige específicamente al suministro de misiles balísticos iraníes a Rusia, los cuales están siendo utilizados por las fuerzas rusas para atacar a civiles ucranianos. Este decreto sanciona a seis ciudadanos rusos e iraníes por un periodo de diez años, así como a 40 entidades legales de ambos países.
Sin embargo, a pesar de la rápida reacción ante la posible transferencia de misiles Fath-360 desde Irán a Rusia, los expertos señalan que las sanciones aún no han logrado ser completamente eficaces, en parte debido a mecanismos de evasión como el uso de empresas fantasma. Se ha señalado que es “necesario bloquear a las empresas fantasma y controlar las aerolíneas y aeropuertos europeos que colaboran con compañías sancionadas y ficticias”, según Denys Hutyk, asesor principal de Ucrania en el Consejo de Seguridad Económica.
El combate contra el “dinero negro” ruso ha sido un desafío durante varios años. En la “Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos de diciembre de 2017”, Rusia fue descrita como un “desafío clave, una potencia revisionista que emplea tecnología, propaganda y coerción para moldear un mundo contrario a nuestros intereses y valores”.
La utilización del dinero negro “off the grid”
Todos estos problemas están vinculados con el dinero negro, fondos que permanecen ocultos y que pueden ser ilícitos, de origen ambiguo o directamente ilegales.
En aquel momento, se estimaba que Rusia tenía la mayor cantidad de dinero oscuro a nivel mundial, con alrededor de $1 billón oculto en el extranjero, según un informe del Atlantic Council. Aproximadamente una cuarta parte de este monto estaba controlado por Putin y su círculo cercano.
Los oligarcas y cleptócratas rusos, quienes canalizan este dinero oscuro, operan dentro de un sistema complejo, moviendo los fondos a través de compañías fantasma anónimas, en jurisdicciones offshore y con gran rapidez. Estos cleptócratas representan una seria amenaza para la seguridad global, ya que este dinero puede ser utilizado para actividades como espionaje, terrorismo, manipulación política, desinformación, entre otros fines perjudiciales.
Aunque EE.UU., el Reino Unido y otros gobiernos han implementado políticas para reducir la capacidad de Rusia de ocultar financiamiento ilícito, el problema persiste.
Las empresas fantasma rusas
Recientemente, se ha descubierto que Rusia ha vuelto a utilizar empresas fantasma en el extranjero, esta vez para alimentar su maquinaria de propaganda a través de influyentes youtubers estadounidenses, además de adquirir piezas occidentales para sus armas en la guerra contra Ucrania.
Las empresas fantasma, en términos simples, son entidades con estructura legal, pero sin operaciones ni activos reales. Aunque no son necesariamente ilegales y en ocasiones tienen fines legítimos, a menudo se utilizan para ocultar el origen y destino del dinero ilícito.
Cuando se emplean para lavar dinero, resulta difícil para las autoridades rastrear el origen de los fondos que pasan a través de ellas. Estas compañías son parte de estructuras complejas diseñadas para dificultar la investigación y la rendición de cuentas.
Suelen evadir procesos de verificación y, debido a sus múltiples capas de transacciones, pueden ocultar conexiones con personas y entidades rusas sancionadas, además de facilitar el comercio de bienes restringidos. Las facturas presentadas suelen parecer genuinas, pero no están sujetas a controles rigurosos, lo que termina legitimando las transacciones.
Redes de propaganda rusas y el rol de RT
Recientemente, se reveló que una red de propaganda rusa operaba mediante empresas fantasma, que pagaban millones de dólares a “personalidades de redes sociales” estadounidenses para promover narrativas propagandísticas.
El canal ruso RT (Russia Today), controlado por el Estado, fue sancionado y obligado a cesar sus operaciones en EE.UU., Canadá, el Reino Unido y la UE tras la invasión rusa a Ucrania en 2022. En respuesta, el Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ) descubrió que empleados de RT crearon “un imperio de proyectos encubiertos diseñados para moldear la opinión pública en audiencias occidentales”.
El DOJ identificó a dos empleados de RT que emplearon “identidades falsas y empresas fantasma” para llevar a cabo una “campaña de influencia secreta en EE.UU.”.
“El contenido de los videos a menudo coincide con los intereses del Gobierno ruso al amplificar las divisiones internas en EE.UU., debilitando la oposición a los intereses centrales del gobierno ruso, como su guerra en curso en Ucrania”, según la acusación del DOJ. Los fondos se movieron a través de empresas fantasma en Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Mauricio.
Mientras tanto, RT sigue promoviendo propaganda alineada con los intereses del Kremlin, especialmente en temas relacionados con la guerra de Rusia en Ucrania y asuntos políticos dentro de EE.UU.
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