Luego de tres intensos días de reuniones de cooperación multilateral en el marco de la XVI Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, que tuvo lugar en la ciudad de Mendoza, Argentina, todos los ministros de la región participantes firmaron la denominada “Declaración de Mendoza”, un documento que resume los principales compromisos asumidos por las distintas delegaciones.
En este sentido, se destacan la lucha conjunta contra el narcotráfico, el terrorismo, la trata de personas, el tráfico de armas, los ciberataques, la pesca ilegal, la minería ilegal y los flujos migratorios irregulares, con el fin de fortalecer a la región como una zona de paz que aboga por la defensa de los valores democráticos.
Bajo la presidencia del ministro de Defensa argentino, Luis Petri, la conferencia se erigió como una plataforma para debatir y formular estrategias que fortalezcan la defensa en un contexto global cada vez más complejo y desafiante. Este año, la agenda de la conferencia estuvo marcada por los conflictos globales actuales, como la guerra entre Rusia y Ucrania, la situación de inestabilidad en el Medio Oriente y la crisis política que atraviesa Venezuela.
En este sentido, Petri enfatizó la importancia que tiene esta edición de la conferencia, particularmente porque tanto el mundo como la región atraviesan conflictos y amenazas emergentes que requieren la necesidad de más cooperación multilateral. “… Somos conscientes de que vivimos en un continente de paz, pero un mundo que padece actualmente guerras…”, subrayó el titular de la cartera de Defensa de Argentina.
Entre los principales objetivos fijados se destacan el fortalecimiento de los sistemas de defensa, una profundización en la cooperación multilateral con respecto a los desafíos comunes de defensa que enfrentan actualmente los países, la realización de trabajos conjuntos en materia de ciberdefensa, inteligencia artificial y mitigación de emergencia y desastres naturales. “Esta es una gran oportunidad para trabajar y cooperar en conjunto con países que son hermanos, con países que tenemos un pasado común, con países que tenemos sobre todas las cosas un presente desafiante y un futuro que necesariamente lo tenemos que construir entre todos”, destacó Petri.
En su discurso inaugural, el ministro argentino destacó que esta es la segunda vez que el país tiene el honor de presidir la conferencia. Además, puso nuevamente sobre la mesa de debate la postura que asume Argentina ante los conflictos internacionales actuales, afirmando: “En este mundo en guerras, la República Argentina ha sido muy claro y empática respecto al lugar en que se posiciona, condenando la invasión rusa a Ucrania, y estando del lado de Ucrania en el derecho a defender su integridad territorial, y también condenando los brutales ataques terroristas que ha vivido el pueblo de Israel. Y, por otro lado, también, hemos sido muy empáticos a la hora de condenar las autocracias, la falta de respeto a los valores democráticos que existen en nuestro continente, que viven millones de venezolanos que tienen que padecer la dictadura de Maduro u otro tanto pasa en Nicaragua y Cuba”.
Sin embargo, aunque la postura argentina está abiertamente marcada por su condena a la invasión rusa de Ucrania, el apoyo a la defensa de la integridad territorial ucraniana y la condena a los ataques terroristas en Israel, contrasta con la falta de respaldo explícito de otros países de la región. En este contexto, resultaron llamativas dos cuestiones: primero, que la posición de Argentina fue acompañada por Canadá, Estados Unidos, Paraguay, Uruguay, Ecuador y Guatemala. Ni el ministro de Defensa de Perú, Walter Astudillo Chávez – que participó de la conferencia de prensa – ni los demás países participantes del evento acompañaron la postura de Petri. Por el contrario, se limitaron solamente a abordar la situación regional en lo que refiere al narcotráfico y el crimen organizado, destacando tanto la necesidad de una cooperación multilateral en defensa y seguridad, así como bajo los valores de democracia y libertad que comparten los países de la región.
Esta divergencia nos hace repensar una vez más si todavía persiste una grieta al interior de América Latina a la hora de definir un posicionamiento común frente a conflictos internacionales. A pesar de que Argentina también hizo hincapié en la defensa de los valores democráticos y en la condena a las autocracias de Venezuela, Nicaragua y Cuba, su postura no logró generar un consenso entre los países asistentes a la conferencia de prensa, lo que evidenció una posible división en la región.
Y segundo lugar, también resultó notorio que, durante la conferencia de prensa, se diera la ausencia de ministros de Defensa de países estratégicos para la región, como es el caso Brasil. Esto nos llevó a otro interrogante: ¿Las declaraciones de Petri podrían haber influido en la decisión de Brasil y otros actores de no participar activamente en la conferencia de prensa?
Lo cierto es que se dejó abierta la posibilidad de replantearse si la diferencia en la forma de abordar los conflictos entre Argentina y Brasil podría haber sido un factor clave en la ausencia del ministro de Defensa brasileño en la conferencia, ya que Brasil probablemente buscó evitar el alineamiento con el discurso argentino. Asimismo, la actitud reservada de los países que participaron en la conferencia, evitando manifestarse abiertamente sobre estos temas, sugiere una preferencia general por mantener una posición más neutral y prudente, ante el temor de tensiones diplomáticas en un contexto tan sensible.
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